Cap 86

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(JM PoV)

Con delicadeza comencé a dejar caer el peso de mi cuerpo sobre el lado derecho, haciendo que nos recostásemos lateralmente en la cama... Elevé mi pierna hasta pasarla por su cadera para juntar nuestros necesitados cuerpos de nuevo, y él, lejos de sentirse sobrepasado, bajó su mano hasta mi espalda baja y me ayudó en la tarea de recortar la distancia que nos separaba...

Mi cuerpo comenzó a moverse por cuenta propia, restregándose contra el suyo al mismo ritmo que marcaban nuestras bocas... El festival de mordiscos, succiones y roces no había hecho más que empezar...

Su mano bajó, sobrepasando la línea en la que la espalda pierde su digno nombre y, sin pensárselo dos veces, amasó mi trasero a su antojo...

Cuando me tocó de esa manera no pude contenerme y dejé escapar un jadeo en su boca interrumpiendo el beso por solo un instante para continuar inmediatamente después con todavía más ganas de devorarle...

Mi temperatura no hacía nada más que aumentar y, a juzgar por la reacción de su cuerpo, yo no estaba siendo el único al que le hervía la sangre... Su entrepierna se movió percutiendo la tela de sus pantalones y mi propia erección, haciéndome saber que le excitaba escucharme disfrutar... Su cuerpo entero vibraba, y el mío lo hacía también, acoplándose a su resonancia...

Mordí su labio inferior tirando un poco de él y el aire que tenía contenido en sus pulmones salió en forma de ardiente y rasposo gemido...

Quiero arrancarle más sonidos como ese, muchos más... Quiero que disfrute tanto que pierda la noción del tiempo y el espacio que nos envuelven en estas cuatro paredes... Quiero que su mente viaje a un lugar en el que solo existamos nosotros dos, y que lo único importante sea hacernos disfrutar mutuamente...

Dejándome guiar por mis instintos, impulsé mis caderas sobre su cuerpo, obligándole a tumbarse por completo para poder subirme a horcajadas sobre él...

Sus manos se movieron anclando mis caderas a la altura de su erección, dándome la estabilidad que necesitaba para apoyar mi antebrazo junto a su hombro y unir nuestras bocas de nuevo mientras me movía sobre él, haciendo que nuestras necesitadas y firmes entrepiernas se rozasen deliciosamente...

Daría lo que fuera por poder eliminar con un chasquido la maldita tela que se interpone entre nuestros cuerpos para así poder disfrutar del calor de su piel contra la mía... Eso sí que sería una verdadera delicia...

Abandoné su boca y, dejando un reguero de besos por su mandíbula, llegué a su cuello... Al principio besé su tersa y ardiente piel con delicadeza y cariño, pero pasados unos segundos, y después de ver las pequeñas marcas rojas y moradas que yo mismo había dejado horas antes, no pude contener mis ganas de marcarle de nuevo...

Intenté aumentar la intensidad gradualmente y sin prisa, pero mi necesidad me superó y, antes de que pudiera evitarlo, ya estaba succionando su cuello en distintas zonas y mis dientes arañaran su palpitante piel sin vergüenza...

Separó una de sus manos de mi cuerpo y se la llevó a la boca, supongo que para atenuar los sonidos que amenazaban con escaparse de entre sus labios...

- Déjame escucharte disfrutar... - pedí entre jadeos moviendo la mano que tenía en su cuello para sujetar su antebrazo... - No te contengas JungKook-ah... - rogué tirando levemente de su brazo para destaparle la boca...

- Uffffff... - exhaló mordiéndose los labios... Sus pupilas se dilataron en cuanto dije su nombre de esa manera... Sabía que le excitaba, pero no me imaginaba que podría hacerle perder el control tan fácilmente...

Elevó sus caderas consiguiendo que nuestras erecciones se rozasen casi violentamente y, llevando su mano a mi nuca, me atrajo de nuevo a su boca para adueñarse de mis labios...

Su Sonrisa - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora