CAPITULO 6

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EL PLAN

LUGUR.

Apreté los dientes con fuerza mientras dejaba que una castaña metiera mi miembro en su boca.

Puse mi espalda totalmente en el cabezal mientras la castaña trataba de meterse todo en su boca, al mismo tiempo que acariciaba mis testículos.

Una pelinegra se me subió a horcajadas provocando que mi atención se fuera a sus grandes pechos desnudos. No esperé más y tomé sus 2 pechos metiendo sus pezones en mi boca. Fui bajando mi otra mano hasta su sexo, comprobando lo húmeda que estaba para empezar a penetrarle mis dedos.

La castaña logró meterse todo de mí, haciendo que tuviera arcadas y provocando que yo estuviera a nada de correrme. Con fuerza y duro empecé hacer que la pelinegra se moviera contra mis dedos mientras la embestía. Se agarró con fuerza de mis hombros mientras gemía y bajó su cabeza para besarme, nuestras lenguas empezaron a jugar haciendo que el placer fuera mayor.

—Deberías ponértelos-hizo un movimiento con su cabeza a mi mesita de noche.

Miré mis anillos, que me había justo para cogérmela con los dedos. Estaba mal si pensaba que me los pondría para eso, valían millones y no los embarraría de fluidos de mujeres que quien sabe, donde han estado sus entrepiernas.

—No, así mejor—respondí.

Y de la nada todo se fue a la mierda cuando unas pecas se me vinieron a la memoria.

Mierda, debí pasar por ella hace 15 minutos.

Con todo el dolor de mi pene, aparté ambas mujeres haciendo que me vieran mal.

—¿No te estabas divirtiendo?—preguntó la castaña.

No les pregunté sus nombres, solo nos encontramos en el elevador.

—Sí, fue bueno. Pero deben irse ahora.

Iban a volver hablar, pero les dediqué una mirada haciendo que se quedaran calladas y se empezaran a vestir.

Donna Ritchers era un grano en el culo.

Apenas la conocí, arruinó toda mi vida y mis planes al grado que tuve que cambiar algunas cosas. Isrál era el inconforme con la situación, pues cuando le dije sobre Donna y Avarí el plan era simple.

Solo debía hacer sufrir Avarí y Donna, pero todo ese cambió.

Ahora que sé que no siente absolutamente nada por mi hermano, los planes deben cambiar, sobre todo porque no estaba enterado que su padre al parecer tenía todas las pertenencias del ex alcalde.

Ah, tampoco debía hacer menos que era un maldito enfermo sexual.

Era la lujuria y podía ver, sentir los deseos de la gente, desde un simple sexo vainilla, hasta un abuso.

Cosa que noté ayer con Donna después de que la tocara.

Sentía asco, así que después de que las mujeres se fueron, corrí al baño y me arrodillé. Sabía que no iba a vomitar, pero de todas formas las imágenes no se iban de mi cabeza.

Ella era una niña al parecer y esto no sé si sería más fácil o complicado.

Fácil: ella debía morir, pues para mis hermanos era por lo del alcalde, para mí, eran otras razones y si la matábamos, tendría algo parecido a la "paz" después de todo lo sufrido.

Complicado: yo no tenía misericordia, no importan las razones. Pero ahora... se estaba volviendo un peso el matar a la pecosa de mierda, más porque esto era algo de mi culpa.

LOS 7 PECADOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora