CAPITULO 24

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HALLOWEEN.

Me levanté la camisa delante de mi espejo, y esparcí la pomada en mis caderas, el contorno de mis pechos y en mi clavícula. Las marcas que me había hecho, ahora tenían un tono morado muy feo y me dolían bastante, maldito demonio.

Dejé que se secara un poco y luego de eso, me tapé de nuevo el cuerpo, salí de mi habitación y me fui a la sala. Había rentando un montón de películas para ver de halloween.

Quien diría que pasaría una de las fiestas más grandes del año, sentada, en la sala y con un cocodrilo a mi lado.

—¿Segura que es del director? — mamá volvió a preguntar, ya era el tercer día.

—Sí, me pidió que lo cuidara y daría puntos extras— respondí, dándole otro pedazo de lechuga, recordé que los pecados se lo daban para no hacerlo carnívoro y reducir sus instintos.

—Pues yo no me creo eso, pero estoy seguro que eso viene de un zoológico— respondió Martín, saliendo de su habitación.

—Pues pueden llamarle si me creen mentirosa— me llevé una palomita a la boca.

—Te creo, solo espero que no te coma, mientras vamos a la fiesta ¿Segura que no quieres ir?

—¿La organizaron los jefes del taller?

—Sí, los Abigor.

—Paso. Me quedo a ver pelis, son de día de brujas, será divertido, renté algunas para hoy.

Escuché los tacones de mamá y me besó la cabeza.

—Cuídate y si vienen a tocar los niños, están los dulces en la mesa de la cocina.

—Sí, nos vemos hija— Martín se acercó a mí, pero evadí su beso fingiendo una tos.

—Lo lamentó, creo que la época dura del año, me hace así—volví a toser, Martín bufó de mala gana y salió.

Mamá suspiró y se puso de rodillas frente a mí.

—Te amo mucho, y tenía pensando ya desde hace un tiempo, decirle a tu papá del psicólogo, no podemos ocultárselo siempre.

—Yo ya no quiero ir— confesé—. Me dice cosas contrarias a lo que se debe decir mamá y eso no está bien, debemos buscar uno mejor.

—Trato de hacer eso, pero tu papá los tiene bien localizados. Con los Bunsen muertos, tu padre bajó un poco su poder, ya no tiene tanta protección, pero si dinero. Y tú primo murió hace unos días ¿recuerdas? Fuiste al funeral.

Oh sí, supuestamente.

—Ah, sí, ya lo recordé.

—Bueno, veré que puedo hacer. No se te olvide que la tía Kate vendrá hacerte compañía, salió hace unos días, tú fuiste la última que la vio, así que supongo y espero que hoy vuelvas.

—Está bien— no tenía ganas de responder.

—Sonríe, bebé, toda esta bien.

La punzada en mi pecho al recordar esas palabras me hizo morder mi labio y evitar que mis ojos se encharcaran.

—Todo está bien, siempre di eso cuando no lo estés, chica alemana, siempre debes sonreír y fingir que los golpes no duelen, así puedes seguir adelante, mi Donnita de chocolate.

—Sí, vale— sonreí de mala gana, recordando sus palabras y tragándome el mal sabor de boca.

Mamá se levantó y también salió por la puerta.

En cuanto se fue, mis ojos se cristalizaron al pensar en esa persona que justo ahora tocaría mi puerta y pediría dulce o truco, que me diría que saliéramos aventar huevos a la gente y al final comiéramos en la calle. Mariano.

LOS 7 PECADOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora