LOS 7 PECADOS

CAPITULO FINAL

¿ADIÓS?

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver como Elijah había cumplido el hechizo de borrarle la memoria a mi mejor amigo, a una de las pocas personas que había estado conmigo en las buenas y en las malas.

Marcus había sido la primera persona que le había confiado mi corazón, que le había confiado mi vida y ahora yo debía pagarle.

Mariano me dijo el día de mi cumpleaños, que algunas veces escuchaba como Marcus lloraba por las noches o mencionaba el nombre de su madre y hermana. Yo no podía con la culpa, nunca le devolvería a su pequeña familia que tanto quise, así que hice algo mejor.

Si yo le decía a mi mejor amigo que saliera de mi vida no lo haría, así que tuve que obligarlo. Borrando su memoria, borrando nuestros recuerdos, borrando cada buen momento que pude pasar con él, fue borrado permanentemente.

Quería que Marcus fuera feliz, pero conmigo no lo iba a lograr.

Él debía seguir adelante sin mí, debía vivir, estudiar, hacerse el doctor que tanto quiere. Merecía ser alguien con una buena vida, disfrutando y gozando de lo que yo nunca iba a poder saborear.

—Listo, tu amiguito oficialmente no te recuerda—me informó y tiró de mi brazo—Ahora, vinculemos nuestros cuerpos.

—¿Tardarás mucho?

—No, solo se necesita mucha fuerza, pero hasta eso es uno de los hechizos más cortos.

Elijah y yo nos encontrábamos en un cuarto oscuro, detrás de nosotras estaba Ash, que solo nos veía con desaprobación, sobre todo a mí.

—No creo que debías llegar al extremo de borrarle la memoria a la persona que tanto querías—me regañó la rubia.

—Déjala Ash, fue lo mejor que pude hacer, ella le arruinó la vida, lo condenó a convivir con personas horribles. Todo lo que le pasó a Marcus fue culpa de Donna, ella le hizo mierda su vida, su familia, su madre y hermana. Si yo fuera Marcus, desearía nunca haberla conocido.

—Ya entendí—la frené, antes de sentirme más culpable.

—Solo digo, que tomaste una buena decisión, así tus problemas se irán reduciendo, la verdad yo también le hubiera borrado la memoria si le hubiera jodido su vida como tú se lo hiciste—me sonrió ladina.

Me dolían sus palabras, eran como una estaca en mi pecho, pero todo lo que decían, también era verdad. Yo le había arruinado la vida a la persona que más confiaba en mí, ahora debía remediárselo.

Marcus merecía ser feliz, sin un estorbo como yo.

Elijah prendió unas velas e hizo un círculo con ellas, luego puso en medio de nosotras y seguido de eso, la vi sacar un cuchillo.

—Ya que tu alma está vinculada a la de April, necesito romper su vínculo, para así tener el nuestro. Así que seguro esto te dolerá, pero luego de eso, uniré mi cuerpo y tu alma y listo, todo perfecto y feliz como debe de ser.

—Está bien—suspiré y dejé que hiciera el hechizo.

Elijah extendió sus brazos, frunció su ceño y las velas cobraron más vida. El fuego se hizo más intenso, la puerta se azotó dejando Ash afuera y un viento fuerte arrasó con todo, menos el fuego.

Pude sentir el momento exacto que se sintió como si me desgarraran una parte de mi cuerpo inexistente y así de rápido, se volvió a sentir la sensación de que me volvieran a pegar a eso.

El viento se detuvo, las velas se apagaron, la puerta se volvió abrir y Elijah tomó el cuchillo para hacer un corte en su mano, que rápidamente se reflejó en la mía e hice una mueca.