CAPITULO 39

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RESCATE

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Bostecé viendo a April, que seguía con los ojos cerrados y mantenía bien sujetó el peine de Lugur que le había dado. Sus manos hacían movimientos alrededor de él y fruncía su ceño, mientras seguía buscando donde estaba Lugur.

—¿Ya? — pregunté de nuevo.

Ella abrió un ojo y suspiró con pesadez.

—Ya te dije que no— murmuró—. No seas desesperado.

—Ya han pasado 2 semanas, puedo estar desesperado.

—Le diré a Kate que venga y te folle, para ver si se te quita.

—Cállate y sigue.

Prosiguió con lo que hacía, y en lo que buscaba a mi hermano yo salí del pequeño cuarto donde ella hacía su brujería y esas cosas. Al salir vi a Madeleine y Kate leyendo un libro de los de April con el ceño fruncido, y había algunos demonios entrenándose detrás de ellas, los necesitaba bien por si lo requeríamos para algo.

—¿Qué buscan? —llegué con ellas.

—Estamos viendo la manera de poner un alma en el cuerpo—respondió Kate.

—Cuerpo, que aún no sabemos dónde mierda esta—bufó Mad—Ya han pasado 2 semanas y ningún demonio lo ha encontrado, es como si lo hubieran quemado.

—Pues debemos seguir buscando, que, si el cuerpo de Donna no está, no habrá forma de traerla de vuelta a la tierra.

Ese comentario hizo que Kate pasara saliva ruidosamente y enderezara la espalda para verme, muy seria.

—Así deba ponerle un cuchillo a mi mejor amiga—dijo refiriéndose a April—haré que la traiga de vuelta, aunque yo tenga que dar mi cuerpo e incluso mi alma. Quiero a mi sobrina de vuelta, tal y como era antes.

Madeleine soltó una risita baja que nos hizo presa de su atención. Yo sabía porque le había causado gracia el comentario de Kate, pero mejor que ella se lo dijera.

—¿De qué te ríes, demonio?

—No quiero ser grosera Kate, pero si en verdad crees que Donna será la misma de antes luego de estar tanto tiempo en el infierno, debes cambiar tu mentalidad.

—Donna es fuerte, es mi sobrina y además el brillo que ella tiene...

—Brillo que seguro le quitaron en el infierno—confesé, viendo el libro de conjuros.

—¿Por qué son tan negativos? —se desesperó.

—Somos realistas, Kate. Estoy segura que Donna es fuerte, pero no más que el infierno o Elijah.

—O Avarí.

—Ella será más fuerte que todos, de eso estoy segura.

Madeleine y yo compartimos una mirada. Ya sabíamos o teníamos pensado como es que Donna de seguro se encontraba ya a estas alturas.

Desecha o podrida, eran las únicas formas en las que podríamos encontrar a Donna, le doliera a quien le doliera.

Si el secuestro de unos mafiosos o narcotraficantes era traumático, el del infierno era perturbador y ni siquiera la terapia te ayudaría a olvidar todo lo que viviste, viste o escuchaste. Cada día de tu vida soñarías con ello y era algo que Madeleine y yo ya sabíamos, pero decirle a Kate que su sobrina estaba hecha mierda, no era algo muy bonito que contar.

No creía que mínimo lo pudiera asimilar.

—Kate, será la primera y última vez que diga esto. No esperes ver a la Donna de antes.

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