CAPITULO 10

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EL ÁNGEL    

Notita: Yo les recomiendo que escuchen la canción cuando la mencione en la historia, se siente mejor el momento.

LUGUR

Mis manos se encontraban al rededor del cuello de Barbie mientras mis hermanos me trataban de quitar arriba de ella, tal vez era porque intentaba asfixiarla. Cosa estúpida viniendo de un demonio.

—¡Basta Lugur! —Div me tomó de los hombros, pero abrí mis alas apartándolo, lo que hizo que quedaran a resplandor de todos.

Sentí como solo nos tapan a ella y a mí, mientras me sonreía y se burlaba de lo que hizo.

—¡Vete a la puta mierda!

—¡Grítame lo que quieras! —soltó risas—¡Hice lo que mi vagina quería!

Me aparté finalmente de ella y tosió mientras se tocaba su cuello, pero segundo después vi como escurría sangre de mi pierna derecha. Tenía un cuchillo enterrado.

—Tú puntería está de la mierda—lo saqué sin sentir dolor alguno.

—Mi plan era darte en tu pito—lo señaló con la cabeza mientras se tallaba el cuello rojo—. Pero te movías mucho.

—No es que me mueva—le aclaré—. Es que eres una mierda con la puntería, deberías de volver al infierno.

Metí mis alas cuando vi que no se pondría agresiva, pero me di cuenta que no era cierto.

Se puso rápido de pie y me lanzó un rodillazo a la entrepierna para luego pasarme el brazo por detrás del cuello y forzarme a estar de rodillas. Me golpeó en la nuca e hizo que mi cuerpo quedara completamente pegado al piso, me puso el pie en la cara, pero tomé sus tacones y la tumbé provocando que ella también cayera y ahora, yo me puse detrás de ella, con una mano junté sus 2 brazos para atrás, atrayéndolos a mí y los estiré, y con la otra mano alcé su cuello dejándolo expuesto y bien podría rompérselo por la posición.

—¡Parecen niños! —Galu me apartó de ella y a las malas los 2 nos separamos.

Jodida perra de hermana que me vino a dar el diablo.

—Debes estar bien enferma como para cogerte a un puberto—le recalqué, pues yo solo le pedí que lo ligara, no que se lo cogiera.

—Mientras más cercanos seamos de Donna, más fácil salimos de este problema.

—No tiene lógica eso—Pierce frunció su ceño a ella.

—Hasta él se da cuenta—negué con ira hasta por los cielos—. No quiero verte hoy.

—¿Celoso de que yo no tengo remordimiento en cogerme a un chico mayor de edad?

—¿Por qué me recalcas a cada nada que Donna es mayor de edad? —ya me tenía harto.

—Yo nunca hablé de Donna—sonrió satisfecha y fingió que se limpió una pelusa, se dio la vuelta para irse—. Los espero en la disco en la noche, la temática es ángeles y demonios.

Sus tacones hicieron sonido por toda la maldita casa y eso solo me desesperó más, Pierce trató de tocarme el hombro, pero me aparté.

—Nadie más hará otro movimiento respecto al plan hasta que lo digamos Isrál o yo, fuera de eso nadie opina o hace.

—Barbie solo quería ayudar—la excusó Galu.

—O follar.

Me largué de la sala antes de que siguieran defendiendo a la mujer morena que lo único que le importaba era su placer y bienestar. A veces se me olvidaba que era la soberbia en carne y hueso.

LOS 7 PECADOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora