Caminé. Eso fue lo único que hice, y lo que más sensato me pareció. ¿Qué más podría hacer? Parte de mí, quería ir a pedirle perdón a Annice por tal acto de violencia, pero otra parte no se animaba. Respiré profundamente el aire invernal de Nueva Jersey, pero ni eso me purificaba. Sentía, nuevamente, que todo se escapaba de mis manos.
Una fina capa de nieve comenzó a caer sobre la ciudad, cuando escuché sonar mi teléfono celular. "Mamá" figuraba en la pantalla. Atendí sin más dilatación, para escuchar la voz de mi enojada madre.
-¿dónde estás Tanya? Volvé ya mismo a la casa.
Estaba enojada, y no sabía por qué. Ya tenía cartón lleno con esto, pero nada podía hacer además de afrontar mi realidad.
Al llegar a la casa, mi madre estaba hecha una furia. Al parecer, la madre de Annice llamó a la mía, contándole del golpe que le propiné a su hija unos momentos atrás. Como si me faltaran problemas en mi vida, la mujer que me dio la vida se enojó peor que nunca, y repitió una y otra vez aquel discurso ya armado donde decía que ella no me crió para eso, que era una desagradecida de todo lo que me dio, que estaba castigada, y esas cosas. Aunque esta vez, tuvo una diferencia.
-últimamente estas distinta. ¿de dónde sacaste eso de la violencia Tanya? ¿me querés decir? Vos no eras así. Seguramente de la casa Way. Pasas mucho tiempo ahí, y desde que comenzaste a ir, te alejaste de tu mejor amiga, y además te volviste agresiva. Yo no se qué es lo que haces cuando vas ahí, pero ya no sos la misma, hija... -al final noté un dejo de preocupación en su voz, pero ella no comprendía. Ella no sabía nada de lo que había pasado en mi vida últimamente. No sabía por que me alejé de Annice, y aún así, daba por sentado que me conocía más que nadie. Cuando la realidad es que no tenía ni la más mínima idea de todo lo que me sucedía.
La ira me carcomió por dentro. No podía responderle, claro está, que en situaciones así, discutirle algo no es una opción. Pero... ¿de verdad cree que la violencia la saque de ahi? Si la saque de algún lado, era entonces de su queridísimo Robert. El cual, estaba sentado desde un sillón, mirando nuestra pelea. Como si fuera su casa. Como si tuviera algún derecho.
Pero lo tenía. Mi mamá se lo había concedido nuevamente. Y yo no podía aceptar eso, porque nunca perdoné a mi padrastro por lo que nos hizo. Y es más, tenía miedo que volviera a suceder. ¿Cómo perdonar a la persona que mató a golpes a tu hermano cuando tu madre estaba embarazada? Por eso no quería más a Robert acá. Porque si ya hizo eso, sería capaz de cualquier otra cosa. Yo ya no confiaba en él, no creía que haya cambiado.
-¿me estás escuchando? -chilló nuevamente mi mamá.
-si -mascullé apretando la mandíbula. Sólo quería irme de allí, porque era inútil tratar de hacerle entender las cosas que no quiere escuchar. No me creería si le contara todo lo que me hizo Annice.
-No quiero que vuelvas a ir a la casa de Michael. Te está haciendo mal y no lo notas. ¡Abrí los ojos Tanya! No quiero que pases más tiempo con él. Ya veo por qué era un marginado en la escuela.
De inmediato abrí la boca ante ese comentario. No podía creer como es que pensaba asi, ella sabe que no habla con la gente por su tartamudez. Me daba demasiada impotencia, pero aún así, permanecí sin decir nada más. No quería empeorar la situación.
-bueno... -nos interrumpió Robert. -tratemos de calmarnos... están ambas alteradas. Voy a prepararles té. -nos dedicó una sonrisa tranquila.
-no quiero tu estúpido té, maldito golpeador
No podía soportarlo más, por lo que estallé y dije eso. Si no estuviera bajo tanta presión no lo hubiera dicho. Me hubiera callado, y me hubiera ahorrado futuros problemas. Pero así fue, y luego corrí a encerrarme en mi habitación, dejando caer todas las lágrimas que había acumulado durante el día. Escuché varios golpes en la puerta, pero sólo los ignoré. Me tapé con todas las frazadas, y lloré. Me dediqué a llorar hasta quedarme dormida. Ese definitivamente no era mi día.
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Leave out all the rest. |Mikey Way|
ФанфикшнTanya Evans. Mikey Way. Dos personas distintas en su rareza. Ella, una anti-popular, que tiene bien en claro lo que quiere, y cómo lo quiere. Él, un apartado social que no habla con ninguna persona del colegio, salvo con su hermano Gerard, que a su...
