34. Look after you - The Fray.

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Michael se me quedo mirando, petrificado. Supuse que no sabía qué decir en ese momento.

-Se que ahora va a comenzar la clase, pero ¿Te parece que nos veamos a la salida de la escuela?

Crucé los dedos donde nadie pudiera verme. Quizás sea una estupidez, pero me asustaba la posibilidad de que él no quisiera hablar conmigo. Aunque él asintió con la cabeza, y me dedicó media sonrisa.

El resto de la jornada escolar, pasó tortuosamente lenta. Pareciera como si el destino quisiera extender el tiempo en mi contra, pero finalmente llegó la hora.

Todos nuestros compañeros recogieron sus cosas y salieron lo más rápido que pudieron de la escuela, seguramente deseando que tarde en llegar el siguiente día escolar. Sin embargo, Michael y yo, esperamos a que se desagote el aula para reunirnos. Y por alguna razón, me puse nerviosa.

-¿Me extrañas? Porque yo te extraño.

Él se quedó mirándome. Parecía atónito ante la pregunta, pero... era demasiado obvio que le diría algo así. No tenía de qué sorprenderse.

-y-y-yo s-s... s-si -suspiró, y se sentó en uno de los bancos. Luego sacó de su mochila una libreta y lapicera. Yo me senté a su lado.

"Yo si te extraño.

Quizás demasiado"

Fue un alivio leer eso. Aunque si ambos nos amábamos, extrañábamos y tal, ¿Por qué teníamos que estar cada cual por su lado? Noté como movía una de sus piernas con nerviosismo.

-Mikey... -tomé su mano derecha con mis ambas manos sobre su regazo, tratando de entenderlo. Él bajo la mirada hacia nuestras manos y apretó un poco más ese agarre, asi logró hacerme sentir reconfortada. Mis nervios ya se estaban calmando, y al parecer los de él también. Ya se mantenía quieto.-mírame -sus ojos volaron obedientes hacia los míos -vos sabes que yo te amo, y yo sé que vos me amas a mí. ¿Qué necesidad hay entonces de...?

En ese momento, mi pregunta fue interrumpida por la voz de un hombre, ubicado en la puerta del aula.

-Chicos, ya se fueron todos. Váyanse por favor, ya termino el horario escolar.

Los dos nos dimos vuelta, y encontramos allí a uno de los preceptores/celadores. Asentimos con la cabeza algo avergonzados, tomamos nuestras mochilas, y salimos de allí. Literalmente la escuela estaba vacía. Caminamos por los pasillos sin apuro, en dirección hacia la puerta, casi sin hablar. Sobre el final del camino, decidí continuar con esta charla.

-¿De verdad crees en esos rumores que circulan? Yo no amo a nadie más que a vos, Michael Way. ¿Por qué tenemos que estar separados? Te necesito a mi lado.

Él sólo tomo de mi mano y continuó caminando. Pero al atravesar la puerta, nos encontramos con una desagradable sorpresa. Que mejor dicho, ya no era ninguna sorpresa de que esta chica sea tan metida. El rostro de Madeleine se transformó al ver nuestras manos entrelazadas.

En ese momento decidí mirar a Mikey, y él estaba mirándome a mi desde antes. ¿Y ahora qué?

-Michael ¿¡Qué haces con esa!? ¡Alejate, alejate! -corrió hacia nosotros para separarnos.

Detrás de ella, estaba Gerard observando toda la escena.

Cuando la muchacha logró su cometido, tomo al hermano menor del colorado por los brazos, y lo arrastró hacia el otro lado. Como si fuera su madre o algo así. Luego se dirigió hacia mi.

Gerard seguía mirando atentamente toda la escena.

-¿Cómo te atreves a acercarte a Michael? Ya te dije que no lo hicieras. ¿No ves que él está mejor sin vos? ¡Alejate!

Yo la miré incrédula. Estaba montando un espectáculo enfrente de los chicos. Y no se daba cuenta lo mal que estaba quedando.

-¡Deja de usar al pobre Mikey para llegar a Gerard! ¡Todos ya sabemos tu verdad! Pero no te lo voy a permitir.

Lo siguiente que sucedió, fue algo que no me esperaba para nada, a pesar de que la chica estuviera gritando desde el primer momento que se dirigió a mi. Levantó su mano en lo alto, y me pegó una cachetada. La más fuerte que recibí en mi vida. Si me hubiera visto en ese momento, podría haber asegurado que me habían quedado marcados sus dedos en la mejilla.

-Maddie, ya basta ¿Qué haces? ¿Estás loca? -interrumpió Gerard un segundo más tarde.

El pelirrojo se acercó rápidamente, y tomando a la rubia de los hombros, me la sacó de encima. Se la veía con más intenciones de golpearme. Y yo estaba en shock. Quizás en otro momento me hubiera defendido, y le hubiera devuelto el golpe. Pero ahora, estaba tratando de entender por qué lo hacía. ¿Por qué intentaba separar a ambos chicos de sus novias? Era irracional.

De todas formas, luego me di cuenta que lo mejor había sido no responder a su agresión. Ya que ella había quedado mal frente a los hermanos Way, y yo había quedado como la pobre golpeada.

Gerard se la llevó consigo hasta que los perdí de vista. Mi mano se encontraba en mi mejilla, y Michael estaba mirándome.

-¿E-es-ta-a-ás b-bi-en?

Y en ese momento, estallé en llanto.

Supongo que eso fue debido a un montón de factores que me estaban estresando últimamente, en especial todo este tema de Mikey y Madeleine. El golpe de hoy, solo había sido la gota que rebalsó el vaso. Yo había sido demasiado paciente, pero ya no podía más. Ya no aguantaría ni una cosa más de la rubia. Negué con la cabeza. Mi novio me abrazo, y yo lloré sobre su pecho correspondiendo su abrazo.

Cuando me calmé un poco nos separamos, y él me secó las lágrimas suavemente con la yema de su pulgar. Me observaba cuidadosamente con una sonrisa triste en su rostro.

-N-no q-qui-ie-ro q-que e-es-te-es-s m-mal

-Es que tengo miedo de que me abandones. No crees que los rumores sean ciertos ¿no?, no me dejaras ¿verdad?

Él se quedó mirándome fijo, probablemente considerando los hechos y analizando si creerme o no. Su falta de respuesta se hizo súper larga. Tanto, que dude incluso si en algún momento me respondería. Pero al final, me dedicó una hermosa sonrisa y negó con la cabeza.

-n-nun-un-ca t-te de-eja-ari-ia

En ese momento me estremecí. Espera justo lo que quería oír, era lo que oía en mis sueños cada vez que Michael estaba presente en ellos. Así que le correspondí aquella sonrisa con toda la felicidad que tenía, y sin pensarlo, me acerqué y uní nuestros labios en un beso. En ese beso tan necesitado de afecto y amor que estuvimos conteniendo por tanto tiempo.

Él prosiguió con el beso a la vez que sus manos se reposaban en mi cintura. Por mucho tiempo no había sucedido esto, así que lo había extrañado.

Por fin ya estábamos juntos de nuevo, y ahora más que nunca, nada ni nadie nos separaría.

Me sentía más fuerte que nunca.

~♥~

Hola mis queridas.

Últimamente estuve un poco ocupada, pero al fin acá está su capitulo. {creo que no tardé mucho en subir esta vez}. Solo quiero avisarles que las reseñas de fanfics quizás se atrasen un poco más porque aparte de estar ocupada, tengo que leer los fanfics y eso me lleva más tiempo.

Espero que les haya gustado el capitulo, y bueno, que sepan lo agradecida que estoy con cada una de ustedes por tomarse el tiempo de leer y comentar lo que escribo. No se dan una idea de lo especial que es eso para mi. ♡ Muchas gracias, de verdad.

Leave out all the rest. |Mikey Way|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora