Katherine seguía mirándonos fijo, mientras retenía una risa falsa. Para evitar problemas, la ignore y le pedí a Michael que comenzáramos con el trabajo de arte.
Durante el resto del día, me preocupe por ignorar a esa molesta chica y su grupo, recordando lo que me había dicho Olivia. Ellas no valían la pena.
Por su parte, Michael no quiso besarme de nuevo en lo que quedaba del día, y me dirigía la palabra esporádicamente. Entiendo su vergüenza, después de todo.
Al tocar el timbre de ese día, lo acompañe hasta la salida del colegio. Caminamos en silencio, hasta encontrarnos con Gerard en la puerta.
-hola chicos, ¿Cómo les fue? –preguntó acomodándose un mechón de pelo rojo detrás de la oreja.
-bien. –le respondí en un suspiro. Para mí, el día no había sido malo. No se si puedo decir lo mismo de Michael.
-bueno… ¿venís a casa hoy?
-no. –suspiré. –Tengo que pasar algo de tiempo en mi casa –le respondí con una sonrisa. En realidad si quería ir a su casa, quería estar más tiempo con Mikey, pero sabía que lo había incomodado hoy, y seguro querría algo de tiempo a solas.
-esta bien. Nos vemos mañana. Chau –me saludó el hermano mayor antes de irse. El que me importaba, no atinó siquiera a saludar, y simplemente se fue.
¿Qué fue lo que hice mal? creí que lo había defendido. A mi manera, pero fue una defensa al fin. ¿Por qué estaba enojado ahora?
Camine sin ganas hasta mi casa. Me tome todo el tiempo necesario, y aun más que eso. Una vez que llegué; antes de que pudiera abrir la puerta, alguien lo hizo por mí desde adentro. Con sorpresa mire a Annie que estaba del otro lado del umbral.
-¿Ann? ¿Qué haces acá? Me hubieras avisado que venias. –le dije riéndome, mientras entraba en la casa y dejaba la mochila al lado del sillón. –te abrió mi mama, ¿cierto?
Ella me miraba fijo. No salía ni una palabra de su boca, y eso era preocupante. Estaba enojada.
-¡¿en que momento te pusiste de novia con Way menor y no me dijiste?! –se veía realmente ofendida. Y tenía motivos para estarlo. Pero es que yo no podría haber hablado de eso con ella antes. Ya sabía como reaccionaria si se enterara, y eso no era algo bueno. Aunque no se si ahora no era peor.
-¡no es mi novio! –me defendí enseguida.
-¿y si no es tu novio por qué lo besaste en medio de clases?
No supe que responder. Ese era un buen punto. No somos novios, pero nos besamos. Oh, como me gustaría saber qué somos entonces.
-¿ves? ¡Y yo fui la ultima en enterarse, siendo tu MEJOR AMIGA! –continuó chillando.
Podría asegurar que sus gritos se escuchaban en toda la cuadra, y no sabia como hacer para calmarla. En realidad lo que a mi me molestaba no eran sus gritos, sino el hecho de que ella no intentara comprenderme. Yo tenía mis motivos también para no haberle dicho anteriormente lo que había pasado con Michael.
-Pero Annie, yo no te dije nada porque a vos te molestaba.
-¿Cómo me iba a molestar algo que ni siquiera sabía que estaba pasando?
-tendrías que haber visto como te ponías cuando le hablaba, Annice. ¡Cuando le hablaba! Nunca estuviste de acuerdo en que yo me acercara a él, aunque no tenías motivos suficientes. ¿Cómo esperabas que te dijera lo que pasaba con Michael, si ni siquiera querías que le hable?
Ella soltó un fuerte suspiro.
-no lo puedo creer, realmente. Esto es increíble.
-¿Qué cosa? ¿Qué, no puedo elegir acaso con quien estar?
-Pero Tanya, abrí los ojos. Por dios, miralo unos minutos y te vas a dar cuenta. ¡No habla! ¡No tiene amigos! Es el chico más raro que existe, y vos vas a mezclarte con él. No podrías haber elegido algo peor. Al menos hubieras buscado un novio normal. Este chico esta tan loco, que en cualquier momento te va a querer matar, y yo no voy a estar ahí para ayudarte, porque ya te lo estoy avisando. Es despreciable… -finalizó su discurso con una mueca de asco.
No podía creer lo que estaba escuchando. Sencillamente no podía. ¿Esta era la Annice que conocía hace años? ¿Dónde había quedado la chica que elegí como mejor amiga? No la recordaba así de soberbia y de cerrada con las personas. Era increíble como opinaba esas cosas sobre alguien a quien no conocía en absoluto. Y ya me daba asco que sea de esa forma. Realmente me sorprendía lo mucho que había cambiado.
-él si habla. –respondí con una calma que me sorprendió hasta a mi misma.
-como sea, sigue siendo un friki… -se quejó
-¿te estas escuchando Annice? ¿De verdad estas diciendo eso? –chillé esta vez yo. Había sido la gota que rebalso el vaso. –no podes venir a hablar de “frikis” si hasta hace un tiempo vos eras una. Que yo recuerde nunca fuiste popular, nunca tuviste muchos amigos. Es mas, yo era la única que te hablaba en el colegio. Si mal no recuerdo, vos eras igual de rara, y ahora que conseguiste algunos amigos y salís a fiestas ¿Quién te crees para criticar a Michael? No sos superior. Criticar a otro no te va a hacer mejor persona, sino lo contrario. –ella me seguía mirando sobradora. No se como es que aun no entendía lo que le decía. –no lo puedo creer Annice. No se en que momento cambiaste tanto.
-¿y no crees que mejore? Ahora al menos tengo amigos, no como antes que era una antisocial. ¡Perdoname por querer ser mejor! –exclamó llena de sarcasmo, y fue allí que comprendí que esto no tenia vuelta atrás.
-te desconozco…
Ella se quedó en silencio unos momentos.
-no puedo creer que estés con Michael Way. Pareciera que te gusta estar con la escoria.
Retuve mis ganas de golpearla. No podía haber dicho algo peor. Quería tenerla fuera de mi vista, y que no se me cruce nunca más. Admito que me ponía triste pensar de esta manera, pero no podría soportar tener una amiga que piense así, y que dijera tantas cosas horribles sobre Mikey. Tenia que ser desalmada para decir todo lo que ella dijo.
-Adiós Annice. No quiero volver a tenerte en mi casa. –le dije tratando de mantener la calma, mientras le abría la puerta principal.
-¿ahora me echas de tu casa? No tenés perdón Tanya.
-¿y vos? Trate de hacerte entender, pero no querés hacerlo. Así que ahora te pido que te vayas, por favor. Te quiero fuera de mi vista.
-olvidate de volver a verme entonces. Olvidate de venir a pedirme perdón, porque la que esta equivocada sos vos, que no querés abrir los ojos.
-adiós. –respondí sencillamente, con los ojos cerrados, para intentar que duela menos.
Ella me dirigió una última mirada de desaprobación, y se marchó a través de la puerta que yo estaba sosteniendo. Una vez que la cerré, dejé escapar las lágrimas de mis ojos. No sabia si estaba llorando de tristeza, pero lo que si sabia era en enojo que me había causado esa conversación. Odiaba a la gente así, y Annice se estaba comportando de esa manera. Ojala me hubiera dado cuenta a tiempo, y hubiera logrado que ella no cambiara tan radicalmente su forma de ser. Pero ahora ya era tarde. Ella ya era otra persona. Ya no era mi mejor amiga. No podía seguir siendo mejor amiga de alguien que pensaba de esa forma. Se que ella tampoco quiere una amiga como yo. Y se sentía un vacío enorme. Tan grande, que dolía.
Necesitaba un kilo de helado, y varias películas para llorar. Pero, ¿con quien compartiría mis penas ahora? Me sentía sola en el mundo. Mikey estaba enojado por alguna extraña razón conmigo –de nuevo- y había cortado toda relación con mi ex mejor amiga. ¿Y ahora? No conocía a nadie más. Esto era lo malo de no tener amigos.
En mi cabeza, esto era el fin del mundo. Solo quería dormir, y despertar con todo solucionado, pero sabia que no pasaría eso por más de que lo deseara.
Aunque, no todo era tan oscuro. Casi sin darme cuenta, note esa pequeña luz al final del camino. Yo no estaba sola. Annie no era la única amiga que tenia. Porque a pesar de que la conociera hace poco, y no nos hablábamos mucho, tenia una amiga en potencia que podría llegar a completar al menos un poco, el vacío que dejo Annice al salir de mi casa.
Olivia.
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Leave out all the rest. |Mikey Way|
FanficTanya Evans. Mikey Way. Dos personas distintas en su rareza. Ella, una anti-popular, que tiene bien en claro lo que quiere, y cómo lo quiere. Él, un apartado social que no habla con ninguna persona del colegio, salvo con su hermano Gerard, que a su...