14. The kill - 30 seconds to mars.

1.2K 106 18
                                        

Alejé mi mirada de la hoja con la negativa, y decidí omitir lo recién ocurrido. Quizás él solo estaba teniendo un mal día, o solo no quería hablar con nadie… pero aun así debería hablarme para decirme eso. No debería hacer huelga de dialogo conmigo. Habíamos quedado en que no volvería a comunicarse escribiendo conmigo. Y eso era lo que realmente me preocupaba. ¿Qué tan grave era lo que le estaba pasando como para no querer hablarme? Y si era tan grave… ¿por qué no me decía que era?

Comencé a realizar mi parte del trabajo práctico nuevo, aun sin poder pensar en otra cosa, y esperé toda la hora para ver si me hablaba. Ni siquiera me dirigió la mirada. No hizo su parte del trabajo tampoco. Solo estaba allí sentado sin hacer nada. Quieto. En cierto momento se acercó la profesora y me preguntó si Michael estaba ayudando. Naturalmente, le dije que si, no quería que lo castiguen por no hacer nada. Después de todo, yo lo seguía queriendo. Él no hizo siquiera un gesto al escuchar lo ocurrido. 

-Michael… -dejé mi lapicera sobre la mesa, y lo miré fijamente. –sabes que me estas preocupando ¿cierto? –silencio. –podes contar conmigo, puedo ayudarte. O al menos intentarlo, o al menos escucharte. –más silencio. 

Suspiré frustrada, me quedé mirándolo unos segundos, y finalmente retomé el trabajo. Al terminar la hora, cuando todos salían para ir a sus casas, decidí intentarlo una vez más. Esto no podía quedar así. 

-¡Mikey! –lo llamé, pero él siguió caminando, ignorándome por completo, para salir del colegio dejándome a mi atrás llamándolo inútilmente. 

Esto me hizo enojar un poco, ya que sentía como si se estuviera riendo en mi cara. Como si disfrutara de verme preocupada por el. ¿Tanta era su falta de interés para que no me quisiese hablar? Al menos hubiera escrito en un papel lo que le pasaba. Incluso eso aceptaría en este punto. Pero lo único que recibí de su parte, fue desinterés, ya que se fue sin siquiera decir “adiós”. 

-¿pelearon? –preguntó una voz que me sonaba conocida detrás mío. 

-¿Qué? –me giré y vi a Olivia allí, la chica que era nueva en el colegio, y nunca mas había vuelto a ver. –oh, hola. Si… bueno no. No se. No se que le pasa… ¿vos como estas?

-bien –me sonrió –hasta ahora me vengo adaptando bien al nuevo colegio. ¿Ese era tu novio? –preguntó curiosa. Yo la miré con el ceño fruncido. ¿Por qué hacia tantas preguntas? Ella dejó escapar una sonrisa –perdón si soy entrometida… es que es el hermano de Gerard Way

-ah… cierto. –suspiré recordando la popularidad del mayor de los Way. -¿a vos también te gusta?

-¿¡Qué!? ¿A vos también? 

-no. Pero a casi todas las chicas de este colegio les gusta… no es novedad

-si. Es hermoso. ¿Sos su amiga?

-mmm… me hablo con él un poco. El que es mi amigo es ese que acabas de ver como me ignoraba. 

-que terrible –soltó una risita tratando de cortar la tensión del ambiente.

Nos quedamos unos minutos allí conversando. Una charla a la cual no le tomé demasiada atención, pero no porque no me interesara, sino porque mi mente estaba en otro lado. ¿Le había hecho algo malo a él sin darme cuenta? 

Quizás estaba enojado, porque después del beso lo seguí tratando como un amigo normal. Pero ¿Cómo iba a saber yo que hacer? No. No creo que esté enojado por eso. Pero… ¿está enojado conmigo?

Esa noche pasé bastante rato pensando en miles de posibilidades por las cuales no me quería hablar. Aunque quizá está enojado con todo el mundo, y el problema no sea yo. De todas maneras, si fuera así, debería al menos desahogarse conmigo. Después de todo, soy una de sus pocos amigos, por no decir la única. ¿No? Entonces, ¿por qué no me decía que le pasaba? Y en tanto mas pensaba sobre eso, más me frustraba al no poder llegar a una solución. 

Leave out all the rest. |Mikey Way|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora