38. Enemy fire - Bea Miller

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Apreté su mano con más fuerza de la debida quizás, ya que él giró su cabeza para encontrar su mirada con la mía.

—¿E-estas segura q-que no pasa n-nada?

—Si, tranquilo. —sentí mi estómago retorcerse ante esa mentira, ni siquiera podía mirarlo a los ojos, por lo que apoyé mi cabeza en su pecho y me quedé allí hasta que sonó el timbre y tuvimos que entrar al salón.

Al terminar la hora, Olivia me estaba esperando en la puerta del aula. Cosa rara, ya que su salón y el mío quedaban bastante lejos. Debió haber venido corriendo para llegar antes que yo saliera, si no, no entiendo como lo hizo.

–Gerard va a dar una fiesta en su casa —dijo con una gran sonrisa mi amiga

—¿Y...?

—Vamos a ir...  ¡Me invitó! ¡Sabe que existo!

—Liv, yo no voy a ir, ya sabes como soy con las fiestas

—Vaaaaamos —me suplicó tomándome del brazo, y alargando la ‘a’ en su pedido.

Suspiré. Estaba haciendo su cara de perrito.

Miré hacia un costado esperando encontrar una respuesta que me salvara en ese momento. Olivia podía insistir demasiado cuando quería algo, y Gerard le gustaba desde que la conocí. Sabía que insistiría hasta lograr su cometido. Y al fin y al cabo, también estaría Mikey. Era su casa también, ¿No?

Cuatro horas. Esa es la cantidad de tiempo que Olivia me tuvo comprando cosas, y preparándonos. Yo quise decirle que no e hiciera ilusiones basadas en nada con Gerard, pero no quería ser la encargada de romperle el corazón. ¿Por qué todas las chicas gustan de él?

Si, comprendo, tiene una belleza excepcional, pero su personalidad no es la gran cosa.  Quizás las chicas crean que su cabello rojo compensa eso. Quizás yo no lo veo tan genial porque lo comparo con Michael. ¿Quién sabe?

—¿Lista? —se me acercó Olivia maquillada al extremo.

—Estoy lista hace un montón. ¿Estas segura que vas a ir así? —ella frunció el ceño confundida y se miró al espejo —así pintada, digo.

—¿Qué tiene?

—Es demasiado exagerado. Entiendo que estés emocionada, pero, así vas a ahuyentar a Gerard en lugar de hacer que se fije en vos.

Ella me miró con indignación fingida, y luego ambas nos reímos, para después sacarle el exceso de maquillaje.

~

Nunca había visto la casa de los Way así. Llena de adolescentes por todos lados, con vasos llenos de alcohol; parejas besándose; algunos conversando a los gritos; la música al tope; gente bailando. Miré a mi amiga, y se la veía estupefacta observando todo. Yo sabía a quién buscaba. Yo quería ir a la habitación de Mikey y quedarme allí con él, lejos de la fiesta. Pero aún tenía que acompañar a Olivia al menos un rato.

Bailamos juntas, tomamos un par de vasos de cerveza, y nos divertimos un buen rato. En un momento, pensé que me había hecho efecto el alcohol, porque creí ver a Madeleine en la fiesta, pero no había tomado tanto como para que tuviera alucinaciones. La segunda vez que la vi, pensé que estaba loca. A la tercera, me dí cuenta que era real. Además, porque le pregunté a mi amiga si la había visto también y me lo confirmó.

Un poco después, salimos al patio de la casa, ya que la música estaba muy alta y nos aturdía. Allí había gente conversando más que nada, y era un ambiente mucho más tranquilo que el frenesí de la fiesta dentro. Allí nos encontramos a Gerard, que en cuanto nos vió, se acercó a nosotras inmediatamente.

Leave out all the rest. |Mikey Way|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora