-¿Qué deberíamos hacer?-pregunté en voz alta, en lo que quizás, hubiera sido un pensamiento propio si lo hubiera visto venir.
En ese momento, Michael tomó con delicadeza mi mano y comenzó a caminar. Yo sólo lo seguí en silencio, dejando que él me guiara, pensando en una y mil cosas a la vez.
Anduvimos hasta llegar a un restaurante. Y como si estuviera premeditado, mi estómago comenzó a rugir en tanto me di cuenta donde estábamos. Y esto me hizo soltar una risa nerviosa, ¡Que vergüenza!
Luego de todo lo sucedido con la golpiza que me dio Madeleine, Michael me invitó a almorzar ya que era mediodía. Ahora habíamos terminado de comer, y no sabría que haríamos el resto del día.
"¿Querés ir a tu casa o que vayamos a otro lado juntos?" decía el papel que él colocó en mi mano, sobre la mesa del restaurante.
Lo miré con una ceja levantada ante la incredulidad.
-Mike, te dije que dejaras de hablarme por escrito. Quiero escucharte.
-p-p-pe-ero... -suspiró y volvió a escribir en el papel. «"Tardo mucho en decir algo. Cuando termino de decir una frase, ya pasaron horas"». Me miró apenado. Yo apoyé mi mano en uno de sus hombros.
-Ya vamos a solucionar eso. Yo voy a ayudarte a mejorar, Mikey.
-¿L-lo p-pro-o-m-me-ete-es? -inquirió, con la preocupación impresa en su rostro.
-Te lo juro. -él me dedicó una pequeña sonrisita de satisfacción, que me causó tanta ternura, que no pude evitar tomarlo de las mejillas y plantarle un beso en los labios.
Me alegré aún más al notar que luego de eso, su sonrisa se ensanchaba.
Y mi teléfono hizo presencia sonando. Me había llegado una notificación. Luego de seguir viendo a Michael por unos minutos más, sin decir nada, probablemente viéndolo como una boba; saqué el celular de mi bolsillo y lo revisé. Era un mensaje de WhatsApp de Elizabeth. Decía que ya se le había ocurrido un plan para la venganza de Madeleine.
La verdad es que en ese preciso momento, lo que menos me importaba era la rubia. Estaba bien con Mikey, y eso era lo único que me importaba. así que guardé el celular, decidiendo responder luego, y volví a dirigir mi mirada hacia mi novio.
Sus ojos estaban fijos en mí, su boca estaba cerrada, y su atención estaba en cada movimiento mio. ¿En qué estaría pensando?
-¿Qué? -solté una pequeña sonrisa
-s-sos he-erm-o-osa-a
Ambos nos sonreímos mutuamente, como si esa hubiera sido la primera vez que nos mirábamos.
-No nos peleemos más, Mikey -él asintió con la cabeza.
Y mi teléfono volvió a sonar. Esta vez, una llamada. Cuando baje la mirada a ver quien era, la pantalla decía que se trataba de Elizabeth. ¿Por que era tan insistente esta chica? Dirigí la mirada a Mike, y este asintió con la cabeza; entonces atendí.
-Tanya, no se si viste mi mensaje, pero encontré la manera de vengarnos de esa perra -se podía notar su sonrisa a través de la pantalla.
-¿Si? -pregunté tratando de que mi acompañante no se diera cuenta de qué estaba hablando.
-Si. Conozco a un chico que me debe un favor... Él va a conocer a Madelperra y va a conquistarla, haciéndose pasar por el chico perfecto. Luego, va a robarle todo el tiempo y va a hacerse el celoso para alejarla de nuestros chicos. Una vez que ya se haya alejado por completo ¡tadam! Él le termina y no se ven nunca más.
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Leave out all the rest. |Mikey Way|
FanfictionTanya Evans. Mikey Way. Dos personas distintas en su rareza. Ella, una anti-popular, que tiene bien en claro lo que quiere, y cómo lo quiere. Él, un apartado social que no habla con ninguna persona del colegio, salvo con su hermano Gerard, que a su...