Ámbar y Melani

30

TYLER

Un espectáculo. Así es cómo voy a morir. Me va a matar el rey. Qué honor. Ya no me importa nada. Sigo llevando los grilletes. Me han dado una especie de droga para que no me muestre agresivo.

Me tiran al suelo del coliseo donde voy a ser ejecutado. Está todo iluminado con luz artificial. No hay ventanas, ninguna cristalera. Todo hormigón y  luces eléctricas que brillan con demasiada intensidad. Me da vueltas todo.

Me levanto con dificultad. Tosiendo. Me duele todo el cuerpo, cada vez más, me duele hasta cuando respiro.  Los grilletes pesan y me hacen muchísimo daño en las muñecas. Casi no puedo levantar los brazos y por supuesto, no puedo utilizar mis poderes.

De repente el estadio estalla en aplausos. Me giro y veo al rey caminando hacia mí vestido en un traje militar con todas sus relucientes medallas. Se para a dos metros de distancia.

- ¿Tengo que hacer una reverencia ante su alteza?- pregunto con una sonrisa burlona dibujada en el rostro.

Se acerca dando pasos firmes, me coge el cuello con una mano y me levanta un palmo del suelo.

- Depende de cómo te comportes esto será más o menos doloroso.- dice con los dientes apretados.

Me falta el aire. Por fin me suelta y caigo al suelo de rodillas. Mis pulmones luchan por coger aire de nuevo.

- Levántate.- me ordena con voz fría.

Lo miro con odio. No puedo levantarme, por más que lo intente no puedo. Solo quiero que esto se acabe.

- Pensaba que estarías mejor.- dice poniendo la punta de su zapato en mi barbilla y obligándome a mirarlo a la cara.- Voy a tener piedad y voy a acabar contigo ya.- dice.

- Que generoso.- murmuro con sarcasmo. Ignora mi comentario.

Levanto la cabeza y lo miro a la cara. No tengo miedo. Ya que más da. Él me devuelve la mirada cargada de odio.

- Esto es por Stella.-

Inspiro mi última bocanada de aire.

De repente siento el agua aparecer a borbotones en mis pulmones.

Intento coger aire pero el agua me lo impide. Mi visión se nubla y veo todo borroso.

Sólo siento cómo me caigo al suelo.

Lo último que veo son cómo las luces se apagan y todo se sume en la oscuridad.

ÁMBAR

Comenzamos a andar por los pasillos que llevan al coliseo escoltando al médico. Las gotas de sudor le caen por el cuello, pero la verdad es que se ha tomado muy en serio lo de actuar normal.

Conforme nos vamos acercando, las luces del pasillo se van volviendo más tenues, hasta que llegamos a una gran puerta de acero, donde prácticamente no veo ni por dónde piso.

- En cuanto entremos al coliseo, os tenéis que colocar en las gradas de arriba del todo, que es dónde se colocan los guardias. A mi me esperarán en las gradas junto con los políticos. - dice el médico con tono nervioso.

- Siento todo esto. - digo cogiéndole del brazo e impidiendo que abra la puerta. - No pretendemos herir a nadie, simplemente salvar a nuestro amigo de una condena que no le corresponde. - el médico sonríe levemente.

- Me alegro que no sea el único que piense que Tyler no es culpable. - dice. Me quedo paralizada.

- ¿Ósea que has culpado a Tyler de algo que crees que no ha hecho? - dice Jack dando un paso hacia delante y quedándose a escasos centímetros del médico.