Ámbar y Melani

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ÁMBAR

Avanzo un par de pasos más en la oscuridad, hasta que aparezco al lado de una especie de grieta descomunal en un desierto de suelo de roca blanca. El cielo está completamente blanco salvo por algunas nubes negras. 

Me acerco al borde y veo que no se ve el fondo, ya que está cubierto por una niebla también negra. Me doy la vuelta y veo a Melani aparecer de la nada, como he hecho yo hace un momento. Da una vuelta mirando el paisaje y se acerca a mí. Copito está a su lado. 

En el mismo lugar donde hemos aparecido Melani y yo, vuelven a aparecen Will y Tyler. Nos acercamos a ellos.

- ¿Y dónde está vuestra maravillosa Viliendir?- les espeto mientras frunzo el ceño. Tyler se ríe. Es guapísimo, con sus dientes blancos perfectos, hacen que su sonrisa sea preciosa. Su pelo es castaño oscuro ondulado y despeinado. Además, ahora sopla el viento, lo que hace que se le enmarañe un poco más y le da un aspecto muy dulce. 

Después están sus ojos, dos preciosos mini océanos. Son de un color azul oscuro intenso brillante. Sus mejillas son un poco sonrojadas y hacen resaltar sus ojos. Es un poco más alto que Will y tiene aspecto de estar más fuerte, pero no podría decirlo con exactitud. Me mira mientras lo observo con atención. Sonríe divertido, entrecierro los ojos. Es guapo y majo, pero le encanta sacarme de mis casillas.

- Qué impaciente. No puedes esperar que una escuela de más de 300 años que ahora entrena agentes súper secretos esté en un lugar tan visible.- replica. Tiene sentido, pero no digo nada.

- Ya, pero yo aquí no veo nada a parte de una gran grieta en el...- empieza a decir Melani, aunque conforme se va dando cuenta de cómo vamos a llegar, se para en seco.

- No, no me voy a tirar por una acantilado, me niego.- dice mientras niega con la cabeza. Ya nos hemos caído del cielo, ¿que más da tirarse a una grieta oscura que está en medio de la nada? Me asomo una vez más. Ahora da más vértigo al saber que me voy a tener que tirar por ahí. Vuelvo a mirar a los demás que se van acercando. Llamo a Fawkes que viene a mi lado. Yo ya estoy preparada para saltar.

- Vale, a la de tres saltamos, confiad en mí.- dice Will, asiento aunque no estoy segura de que sea buena idea. Miro a Melani, tiene una cara de miedo que parece que acaba de ver la peli de IT.- Venga, a la de tres: UNA, DOS Y ....- saltamos. 

Grito. 

Fawkes lleva a Copito cogido con las garras. Aunque sea como el doble de grande que él, parece que no tiene ningún inconveniente en llevarlo. De repente, siento una oleada de viento proveniente del fondo de la grieta. 

Ya no estamos cayendo, sino que estamos flotando debido a la ráfaga de viento constante que no nos deja caer. Will y su poder del viento, ¿cómo no se me había ocurrido? Fawkes suelta a Copito y lo deja flotando con nosotros mientras que extiende sus alas para planear. Comenzamos a descender poco a poco. 

Entramos en la barrera de niebla negra y seguimos cayendo durante lo que se me hace una eternidad hasta que traspasamos la niebla y veo cómo nos precipitamos al suelo. Cuando ya estamos casi en el suelo, el viento aminora y se mueve de tal forma que aterrizamos de pie cuidadosamente. 

Miro a mi alrededor. Estamos en lo más profundo de la grieta. Por las paredes hay finas ondas de hielo pegadas, así como pequeños hongos de color rosa o dorado en el suelo, estos últimos forman pequeñas columnas ya que se van superponiendo. 

También hay dos riachuelos a los lados, en ellos hay pequeños pececillos que nadan de un lado a otro. Melani me da un codazo y dejo de mirar a los peces, la miro y señala al final de esta especie de desfiladero. Hay una luz amarilla muy intensa.