Ámbar y Melani

37

WILL

Paro a tomar el aire. Llevo corriendo sin parar demasiado tiempo, pero no puedo detenerme ahora. 

Los primeros rayos de sol empiezan a bañar el bosque y a llenarlo de nuevo de vida. Tengo que llegar cuanto antes. La guardia no tardará mucho más en empezar a buscar. 

Sigo corriendo, esta vez a un ritmo un poco más lento, ya que no quiero hacer mucho ruido. Cuando me paro de nuevo para revaluar dónde me encuentro, veo a lo lejos el árbol que me dijo Tyler que tomase de referencia para llegar. 

Sonrío para mis adentro y empiezo a correr de nuevo. Ya no queda nada. 

Repaso mentalmente mi plan: llegar a la base, avisar a todos y volver a buscarlas. Seguramente se trasladen a un lugar más seguro y me obliguen a acompañarlos, pero no pienso irme sin ellas. 

Sigo corriendo hasta que veo a lo lejos la base. La rodeo para entrar por la entrada trasera, ya que no quiero encontrarme con nadie y tener que dar explicaciones. 

Llego al gran portón de atrás, y saco la llave que me proporcionaron para entrar y salir. Cojo la llave más grande de todas e intento abrir la puerta con ella. 

"Intento", porque no lo consigo. 

Saco la siguiente llave. No tengo ni puñetera idea de cuál puede ser, así que tendré que probar con todas. 

Hago el mismo procedimiento que con la anterior, pero esta vez logro escuchar un "clic". 

Silenciosamente, abro la puerta y entro al pasillo central. Al cerrar la puerta a mis espaldas, suspiro levemente. 

O eso creo. 

- ¿Dónde estabas? - suena la voz de Jack. Solo he hablado con él una vez, y no ha sido muy majo que digamos. Según me contó Tyler, fueron mejores amigos hace mucho tiempo, pero nunca he escuchado el desenlace de la historia. 

- Buenos días. - digo pasando de largo y dirigiéndome a las habitaciones. 

- ¿Estás sordo? - dice con un tono de voz más alto. 

- La verdad es que un poco sí. - digo girando la cabeza pero sin dejar de andar. 

- Serás idiota. - dice empezando a caminar detrás de mí. 

- Simplemente he ido a dar un paseo matutino. - digo sin mirarle a la cara. 

- ¿Es que ahora te dedicas a recoger caracoles o como va esto? - me paro en seco. 

- Tú lo has dicho. - digo mirándole a los ojos y sonriéndole. Él me devuelve una sonrisa burlona y vuelve por dónde ha venido. Me giro de nuevo y sigo caminando. De repente, me acuerdo a por lo que he venido. - Jack, para. - digo avergonzándome de haber sido un idiota. 

- ¿Ahora te intereso? - 

- No me interesas tú, me interesa la gente de esta base. - fruñe del ceño. - No importa lo que estaba haciendo fuera, lo importante es que he oído que esta mañana la Guardia Real va a peinar el bosque buscando a Tyler. - su gesto cambia a uno de preocupación. 

- Pero si se supone que iban a empezar por el Oeste del Distrito. - 

- Pues han cambiado de idea. - 

- Gracias por avisar. - dice sin más y empezando a correr por el pasillo. Suspiro. Hablo con Tyler y me largo de aquí. 

Empiezo a caminar de nuevo. 

Al llegar al pasillo de las habitaciones, hago un esfuerzo mental por acordarme de cuál era la de Tyler. 

Me acerco a la puerta y llamo levemente. 

Nadie contesta. 

Llamo de nuevo, esta vez un poquito más fuerte. 

Sigo sin respuesta. 

Cojo la manivela de la puerta y la giro poco a poco. Entro sin hacer ruido y cierro la puerta a mis espaldas. 

Al girarme, me quedo completamente paralizado. 

Tyler está durmiendo a pata suelta, como siempre, pero a su lado, está Ámbar abrazándolo. 

Parpadeo dos veces para comprobar que no estoy soñado. 

Me giro rápidamente para salir de la habitación, pero alguien se da cuenta de mi presencia. 

- ¿Qué narices haces tú aquí? - dice Tyler susurrando. 

- ¿Qué narices hace ELLA aquí? - digo también susurrando. Se ríe. - Tyler, lo digo en serio. ¿Cuándo han llegado? - 

- Justo cuando te fuiste. - dice un poco más alto de la cuenta y despertando a Ámbar. 

Esta se despereza y lanza un gran bostezo. Abre los ojos poco a poco hacia Tyler, y sonríe al verlo. Tyler se parte de la risa descolocando a Ámbar por completo. Entonces, gira la cabeza hacia dónde estoy yo y grita del susto. 

Tyler se ríe con más fuerzas. 

- En... entonces, esto quiere decir que... - Ámbar me interrumpe. 

- Quinta habitación a la derecha. - dice sonriendo. Me giro rápidamente para salir de allí, pero antes, doy media vuelta y corro a darle un abrazo a Ámbar. 

- No sabes lo que me alegro que hayas vuelto. - digo abrazándola. 

- Y yo. - dice estrechándome fuerte. - Anda corre. - dice separándose y dándome un empujón. Sonrío y salgo de la habitación lo más rápido que puedo.