36

19 5 23
                                        

WILL

Hace bastante tiempo que abandoné la base. No se especificar cuánto, pero por lo menos unas dos horas, ya que ha anochecido. 

No he encontrado nada. Absolutamente nada. Cuando el cansancio se apodera de mí, me derrumbo al suelo en medio del bosque y comienzo a llorar. 

Tienen que estar en alguna parte. No pueden estar muertas. Me niego a creerme eso. 

Sin perder ni un segundo más, me seco las lágrimas y decido levantarme de nuevo para reanudar mi viaje. Cuando llevo un buen rato andando hacia la espesura, veo una luz. Pero no una luz de farolillo, sino de una casa. 

Lo primero que hago es agacharme por puro instinto. Llevo una pistola por si acaso, pero no pienso sacarla a no ser que sea estrictamente necesario.  

Me acerco un poco más a la casa, y logro distinguir una figura en su interior: la de un hombre. 

Desenfundo la pistola y me acerco lentamente, hasta que mis oídos captan su conversación con la de otra persona. 

- Deberías buscarte un nuevo sitio dónde vivir. Tyler a desaparecido, y la guardia real está moviendo cielo y tierra para buscarlo. Mañana registrarán el bosque. - me quedo unos segundos paralizado. ¿Qué tiene que ver Tyler con este...? 

De repente me viene a la memoria. La vieja casa de Tyler del bosque. La casa en la que veraneábamos cuando éramos pequeños y dónde nos tirábamos las tardes enteras jugando entre los árboles. 

Solo me lleva a una conclusión. El padre de Tyler. 

Tras mucho pensar, decido volver a la base para avisar a todos de que mañana registrarán el bosque. En cuanto estén a alerta, volveré a buscarlas, cueste lo que cueste. 

No pienso rendirme sin haberlas encontrado. 

Guardo de nuevo mi pistola y comienzo a alejarme poco a poco de la casa. Cuando ya estoy a una distancia prudente, me permito correr. Tengo que llegar antes de que amanezca. 

Antes de que la vida de Tyler corra peligro de nuevo. 


ÁMBAR

Estoy agotada. De verdad que no puedo con mi alma. Estoy tumbada en la cama medio grogui. Oigo como abren la puerta. Un par de susurros sin sentido. 

El colchón se hunde cuando Tyler se tumba a mi lado intentando no despertarme. Sonrío para mis adentros. Me giro todavía con los ojos cerrados y le paso un brazo por encima. Suspira y hace lo mismo conmigo, apretándome más contra sí. 

Después de unos minutos, cuando creo que ya está dormido, abro los ojos y levanto un poquito la cabeza para mirar a Tyler, que tiene los ojos cerrados y duerme con tranquilidad. Sonrío. Me viene a la mente el cómo estaba cuando llegué. Llorando y fatal. Y todo lo que dijo. Sigo dándole vueltas. 

"Sólo te hago daño"

"Estarías mejor sin mí"

Todas esas palabras resuenan en mi mente. Toda esa sarta de mentiras. 

Le pongo una mano en la mejilla y se la acaricio con delicadeza. 

- Te quiero.- murmuro en voz muy muy baja. 

Y entonces me coge la muñeca bruscamente con la otra mano. Me sobresalto. Abre los ojos y sonríe con una sonrisa divertida.

- Tyler, que susto.- me quejo. Se ríe y me contagia la risa. Apoyo la cabeza en su pecho mientras me río con ganas. 

Ámbar y MelaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora