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TYLER

Miro a Ámbar, su cara es todo un poema. Supongo que la mía también lo será.

- ¿Q-qué?- pregunta. Me giro hacia Jack, que está sentado en medio, como no, de uno de los sofás. Está mirando a Ámbar fijamente con una sonrisa pícara.

- Que elijas.- la presiona Erica. Ámbar me mira un momento.

- Em, ¿Tyler?- responde muy poco convencida. Miro a otro lado un poco incómodo.

- Pues venga. levantaos. - dice Erica poniéndose de pie. Ámbar la imita mirando a Melani, como si le estuviese pidiendo que la sacase de ahí como fuese. Yo me levanto también.

Empezamos a andar los dos detrás de Erica, bueno, ella tiene que empujar a Ámbar para que ande.

Nos conduce hasta un cuarto de baño.

- Nos vemos en media hora. - dice empujándonos a ambos dentro. Todo el mundo de la fiesta grita nuestros nombres a coro, como si fuese a pasar algo interesante.

Cierra la puerta y apaga las luces desde fuera. Oigo como cierra la puerta con llave. Genial.

Al instante, Ámbar crea una llama en su mano para poder ver algo. Mira a su alrededor y se va a la otra punta del baño para sentarse en el suelo y apoyar la espalda en la pared.

Clava mirada en el suelo.

Yo me quedo de pie con la espalda apoyada en la puerta.

- Lo siento por haberte gritado esta mañana.- musito en voz baja. - No tenía ni idea de que lo estuvieses pasando mal.-

Levanta la cabeza para mirarme a los ojos antes de volver a apartar la mirada. No entiendo su silencio.

- ¿Puedes decir algo al menos? Lo que sea, solo háblame, por favor.- le pido. Mira la llama que se forma entre sus dedos, distraída.

- Lo cierto, es qué no sé que decirte, no sé cómo comportarme, no sé nada.- hace una pausa.- Sólo sé que te echo de menos y me odio por eso.- confiesa.

Acerca las rodillas hasta su pecho y se abraza las piernas con un brazo. Hace desaparecer la llama. Nos volvemos a sumir en la oscuridad, oigo como empieza a respirar un poco más deprisa de lo normal. Bajo la cabeza. De verdad que no la comprendo.

Me acerco a tientas hasta ella intentando no tropezarme. El baño está iluminado sólo por una luz de emergencia o algo por el estilo. Me doy un golpe contra un armario con el pie y me como un mini taburete de plástico.

- Joder.- musito entre dientes. - Ámbar, ¿Te importaría encender una luz?- pregunto. La llama aparece entre sus dedos una vez más, pero más vacilante que antes,veo como sus labios forman una sonrisa casi imperceptible.

Finalmente llego a su lado. Me siento en frente suyo con la espalda apoyada en el retrete. El espacio es un poco pequeño. Deja la llama flotando a un lado y me mira a los ojos.

- Yo también te echo de menos.- reconozco mirándome las manos. Ella asiente desviando la mirada.- Y sinceramente no entiendo por qué estamos así.-

- No creo que fuésemos capaces de quedarnos sólo cómo amigos, y salir otra vez, sería muy... precipitado, tal como la última vez.- dice jugando con un mechón de su pelo. La miro extrañado.

- ¿Cómo que como la última vez?- pregunto.

- Creo que ese fue el problema. Nos queríamos pero, no nos dimos tiempo para... no sé, ser amigos, tener una ¿cita?, y cosas por el estilo.- dice gesticulando con la manos. Queríamos. Decido ignorar eso y centrarme en el tema.

Ámbar y MelaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora