Ámbar y Melani

20

ÁMBAR

Abro la puerta de la biblioteca.

Necesito pensar, distraerme y ordenar todas mis emociones para que pueda entenderme. Siento que a lo mejor he reaccionado de una forma excesivamente dramática, pero es que duele, duele mucho porque yo a Tyler lo quiero.

Me centro en la biblioteca para despejarme un poco.Me encanta el olor a libros que hay aquí. Paso por el vestíbulo y voy hacia alguno de los pasillos. Estoy buscando un libro de poderes secundarios o algo parecido, y así puedo entretenerme un rato. Quiero averiguar que pasó exactamente el día de la fiesta, cómo fui capaz de encontrar al estúpido de Tyler y casi ahogar a un chaval. El segundo lo tengo más claro, telequinesia, pero del primero no tengo ni idea de que podría ser.

Paso por innumerables pasillos llenos de libros. Ojeo todos los que me llaman la atención. Hay algunos que son antiguos, con la tapa de piel de cualquier color y las hojas amarillentas escritas con tinta negra a mano. Son preciosos, sin duda mis favoritos, pero cada vez que abro uno se forma una enorme nube de polvo que hace que empiece a toser.

Sigo andando una eternidad hasta que llego a un pasillo con un letrero de madera ya gastada donde pone |poderes| . Supongo que será aquí. La mitad de los libros tienen más años que la vida misma. Tienen pinta de que se van a desintegrar en cualquier momento.

Cojo uno de tapa negra y blanda. En la portada está escrito en letras blancas "anatomía de las habilidades mágicas". Me siento en el suelo, apoyo mi espalda en la estantería y empiezo a leer.

Es un libro muy interesante. Habla de todos los poderes mágicos habidos y por haber. Llego al apartado que habla de los poderes secundarios, en efecto, uno es la telequinesis, aunque ese ya lo sabía. Encuentro uno que parece coincidir con cómo encontré a Tyler. Empatía, que es, literalmente, tener como un radar invisible para saber las emociones o como lo está pasando cada uno en un momento determinado, y si se da el caso de que sabes utilizar bien el poder, controlar las emociones.

Oigo unos pasos a lo lejos, pero no les doy importancia y sigo leyendo. Me quedo absuelta.

De repente oigo alguien carraspear. Levanto la cabeza del libro, y para mi sorpresa está Tyler mirándome fijamente. Cierro el libro de una. Lo miro a los ojos haciendo acopio de todo mi autocontrol para no echarme a llorar, o, para no estamparle el libro en la cabeza, las dos opciones son viables, aunque prefiero la segunda.

- Ámbar...- empieza con un susurro. Me levanto de golpe y empiezo a andar. Si no me voy acabaré llorando como una magdalena y no me apetece, no delante de Tyler.- Ámbar, escúchame, por favor.- vuelve a decir acercándose a mí. Alarga el brazo para cogerme la muñeca. La aparto bruscamente y me doy la vuelta. Todo mi autocontrol y técnicas zen de control de emociones se van al traste a la velocidad de la luz.

- VETE TYLER.- le grito con lágrimas en los ojos. Él me mira triste. Abre la boca con intención de decir algo. Lo paro en seco.- NI SE TE OCURRA DECIRME UNA EXCUSA DE MIERDA, NO ME LA CREERÉ. ERES UN PUTO MENTIROSO.- respiro hondo. Las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas por más que intento no llorar.- Y me jode, me jode mucho que todo haya sido una mentira, todos los te quiero, todos los besos, sonrisas, abrazos.- me río sarcásticamente.- Y me he enamorado de ti, y, joder, cómo me he enamorado, para después darme cuenta de que tú no me quieres como tantas veces me has dicho. Para darme cuenta DE QUE TODO HA SIDO UNA PUTA MENTIRA. - termino de decir gritando. Me paso la manga de la sudadera limpiándome las lágrimas. Aprieta los labios y me mira dolido.

- Eso es lo que crees. Que todo ha sido un juego. Que todo ha sido una mentira.- se acerca a mi despacio. No me muevo.- Es eso lo que piensas, cuando no he querido a nadie en mi lamentable vida como te he querido a ti.- no aparto la mirada.