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MELANI

Recupero el conocimiento. 

Oigo unas voces, pero no entiendo lo que dicen porque sigo un poco atontada. Muevo un poco la cabeza, esto provoca que me duela el cuello. Supongo que me habrán dado un golpe para dejarme inconsciente. 

Abro los ojos que tardan más de los normal en acostumbrarse a la luz. Lo que veo me hace espabilar rápidamente. Veo aterrada que delante de mí hay tres yezhees. Uno de ellos es más grande que los demás. Giro un poco la cabeza y veo a Olive de brazos cruzados a un lado hablando con, ¿Ivory?

Lo que más me extraña es que se estén riendo. Son infiltrados. Oigo gritos y explosiones a lo lejos. Giro otra vez la cabeza a la dirección de donde proviene todo el jaleo. Veo una columna de humo negro en el aire. Más explosiones. Me entra un pánico terrible. Intento gritar pero tengo la boca tapada. Intento mover los pies o las manos, pero tampoco puedo, los tengo atados con un especie de cuerda metálica de la que no había percatado hasta ahora. 

Empiezo a angustiarme de verdad. Tampoco puedo congelar nada porque simplemente no me sale, no lo consigo. Me muevo en mi sitio intentando hacer algo para salir de ahí. Cuando vuelvo a girar la cabeza al frente veo a Olive delante mío mirándome con una sonrisa diabólica.

- Pero mira quién tenemos aquí. ¿Qué pasa, no te puedes mover?- pregunta sonriendo aún más. La miro con desprecio. Ivory aparece detrás de ella, también sonriendo. La aparta de un empujón y se acuclilla en frente mío. Ahora tiene una mirada fría, sin vida. 

- Tiene cara de querer decir algo.- dice con voz burlona y me quita la cinta adhesiva que me tapaba la boca de un tirón.

- Eres un CABRÓN.- grito y le escupo en la cara. Se limpia la cara con la manga de la chaqueta que lleva puesta. Me llevo una bofetada por lo que acabo de decir. 

Una mano negra cómo el carbón aparta a Ivory del hombro. Respiro hondo al ver la horrible cara del yezhees tan cerca de la mía. Hago un gran esfuerzo por no apartar la mirada. 

- Bueno, bueno, al final resulta que eres una princesita guerrera.- dice con voz ronca y hostil. Veo que su enorme boca forma un intento de sonrisa que acaba por dejar al descubierto sus dientes negros y afilados manchados de una baba negra. Me fijo en que toda su boca está manchada de sangre, que sólo se ve de cerca. Trago saliva y me estremezco del miedo.

- Olive.- vuelve a decir. Se da media vuelta y se va hacia donde estaba hace un momento. 

Olive se acerca y me coge la cara con una mano estrujándomela.

- A ver cómo de valiente eres ahora.- murmura con una sonrisa malvada. De repente todas mis peores pesadillas parecen hacerse realidad. Por mucho que grito y me muevo no paran. Intento convencerme de que no son reales pero no sirve de nada. Cuando las visiones cesan veo que Ivory se acerca con un estuche. 

- Necesitamos algo que te deje inconsciente para bastante tiempo, ya que no queremos a una princesita dándonos problemas. - Dice Ivory. No entiendo nada, ni mucho menos por qué me llama princesita. 

- La paliza nos dio un margen de unos dos días, pero necesitamos algo más potente. - dice Olive esbozando una sonrisa. Entonces, veo como Ivory saca del estuche un aguja del tamaño de su cara. No puede ser.

- Esto te dolerá un poquito, pero no te preocupes, pero intentaré hacerlo lo mejor posible. - dice Ivory mirando a Olive y riéndose.

- Buenas noches. - me susurra Olive. Entonces acerca la aguja a mi cuello. Siento un pinchazo muy doloroso en el cuello, y empiezo a ver todo borroso. Justo antes de perder la consciencia escucho una conversación entre los yezhees.

Ámbar y MelaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora