Capítulo 23

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Capítulo 23

De algo estaba segura, la verdad tendría que salir de su propia boca, o su marido podría tomar mal las cosas... Incluso pensar lo peor...

Esteban corrió tras su esposa, entre varios invitados que platicaban y bailaban...

E: María... Espérame...

M: ¿Te desocupaste...?

E: tenía que atender la llamada... No vamos a discutir otra vez por Servando...

M: no me cae bien, si lo soporto es únicamente por...

E: ...por la amistad de años que tiene con tu papá...

M: no, por ti...

E: es el presidente del partido... Tuvo mucho que ver en la elección del Presidente que hoy tenemos... Igual que en mi nombramiento como Ministro...

M: lo sé... Pero mientras más lejos lo tengamos, mejor...

E: ya. No hablemos de él... Pobre, ¿con quién estará despidiendo el año...?

>>> Faltaban 5 minutos para la medianoche cuando niños, jóvenes y adultos se reunieron en el salón principal al aire libre, con una idea de los organizadores de la fiesta...

Escribirían deseos en un papelito y los atarían a un globo con helio, para así enviarlo hasta el cielo, pero antes el conteo regresivo, el brindis y los fuegos artificiales...

E: Por un año nuevo junto a ti y nuestros hijos... (Abrazado a María, pero con la niña en brazos)

M: muchos más, mi amor... (Abrazando también a Gabriel, pegado a su cintura y a la de Esteban)

Una ráfaga de brisa fresca los cubrió, trayéndoles a memoria el primer año nuevo memorable que compartieron juntos...


>>>>>>>>>>>>>>>>>> FLASHBACK <<<<<<<<<<<<<<<<<<

Esteban con una modelo famosa en un antro en la portada de una revista, era la imagen que María tenía metida en su cabeza desde hace días...

Casi las 11 de la noche, la señorita Fernández entró en el salón principal del club, espectacularmente adornado e iluminado, la mayor parte de los rostros se le hacían conocidos desde su niñez, lo que le daba cierta sensación de compañía...

Aunque esta vez era diferente, era una mujer libre, soltera y era consiente que recibía miradas de admiración de hombres de varias edades y quizás no del hombre que ella quería... Esteban San Román...

Su vestido blanco no le cubría completamente los muslos y era muy ajustado, obra de un famoso diseñador que cumplió el deseo de María, que ya no quería verse como una niña sino como una mujer...

Ojos bien maquillados, uñas pintadas y el pelo bien peinado, era la primera vez que tenía el valor de vestirse como quería sin pensar en lo que su papá opinaba...

Las parejas bailaban éxitos del momento, meseros se acercaban a las mesas con bebidas muy coloridas y el brillo de las pedrerías en los vestidos reflejados por las luces recordaba a María el estatus de los invitados que eran de lujo...

Pau: Deja ya de avergonzarte por este vestido...

M: Es muy corto Paula, ya me arrepentí de comprármelo... (Buscando una mesa para sentarse con su amiga)

MI DECISIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora