Capítulo 42

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Capítulo 42

Esteban escuchó ese nombre y terminó de despertarse, incluso se paró de la cama.

M: ¿Qué procedimiento van a seguir??
Jor: Todavía se están debatiendo cómo harán al tratarse del Ministro de Estado, pero la demanda fue hecha María...
M: tenemos que desestimarla. ¿Sería mucho pedirte que vengas a mi casa a esta hora...?
Jor: para nada, voy para allá.
M: te esperamos... Y gracias.

Pero quizás María no era consciente de que aquello no le gustaría a la esposa de su amigo... Y es que a ninguna mujer le caería nada bien que su marido salga de casa a esas horas de la noche...

E: ¿qué hizo ese desgraciado ahora??
M: interpuso una demanda por cuando lo golpeaste...
E: debí matarlo... Ese tipejo no se merece más que la muerte...

Ya estaban en el vestidor en busca de otro cambio de ropa...

M: Esteban, no digas esas cosas o sí que vas a ir a la cárcel...
E: voy a exigirle que retire esa demanda o le va a pesar, María, te aseguro que...

Y mientras su marido hablaba y ella se vestía, María pensaba en las acciones legales que podía usar para echar abajo la acusación del viejo Maldonado...

Prácticamente tuvo todo listo cuando el otro abogado llegó.

E: gracias por venir...
Jor: para eso estamos los amigos, Esteban...

El Ministro vio a sus 2 abogados hablar en términos legales y ponerse de acuerdo... Él no tenía que llamar a nadie, ellos eran los únicos que lo sacarían de ese embrollo... Su equipo jurídico.

M: ¿qué te parece? (Mostrándole el documento redactado por ella misma y que sería la defensa de Esteban)
Jor: perfecto... Todos los recursos que utilizaste son bajo la ley y además incuestionables...

M: ahora necesitamos un amparo, Esteban cooperará con el caso, pero sin pisar ni una delegación siquiera.

Jor: mañana temprano lo tendré listo.

Esteban, cuando se hubo ido el amigo y regresaron a la recámara, le preguntó a María por lo que iban a hacer...

E: ¿qué fue todo eso...?
M: para empezar, el hecho sucedió hace más de un mes... Segundo, no tiene pruebas que comprueben que tú lo golpeaste... Y nosotros tenemos un audio, ¿lo recuerdas?
E: sí...
M: Servando piensa que yo voy a permitir que te lleven a prisión, pero antes de que tú pongas un pie en la cárcel, lo hará él.
E: María... Tu capacidad nunca dejará de sorprenderme...
M: Esteban, todo esto es culpa mía y de alguna forma debo resolverlo...
E: no te sientas culpable, fue decisión mía ir y golpearlo...

Se abrazaron, los 2 manteniendo la calma en medio de la tormenta...

M: es mejor que nos acostemos ya... Mañana será un día... Interesante... Preferiría que no salgas de casa...

E: tengo compromisos que atender...

M: no quiero que la policía te busque en algún lugar público... Aunque estoy segura de que vendrán mañana a primera hora...

E: está bien... Temprano cancelaré todo lo que pueda...

M: yo tampoco iré a ningún lado... Y Jorge vendrá en la mañana...

La actividad en la mansión empezó muy temprano, como de costumbre...

No les dijeron nada a los chicos para no preocuparlos, pero antes de que se fueran a estudiar, les anunciaron la llegada de unas personas buscando a su padre.

*Despacho*

AP: señor Ministro, lo lamentamos, pero tiene que acompañarnos...

M: no va a ser necesario... Mi marido tiene un amparo y va a dar su declaración desde aquí. Aunque no le veo el caso, los hechos sucedieron hace un tiempo considerable como para de repente recordarlos y demandar...

E: estoy a sus órdenes para lo que necesiten...

>> Los agentes salieron no sin antes tomarse un café acompañados de panecillos.

MI DECISIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora