Capítulo 28

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Capítulo 28

Ambos hombres se encontraron frente a frente y María los observó, pero no... Esteban no podía estar celoso...

Xx: Señor Ministro... Es un honor conocerlo en persona...

E: licenciado... ¿Cómo le va...?

Lic: muy bien, gracias...

E: quizás no lo sabe, pero el médico le ordenó reposo absoluto a mi mujer...

M: yo le pedí que viniera...

E: ¿Ya terminaron...?

M: casi... Le estoy dando varias indicaciones y firmando unos documentos que me trajo...

E: ¿Tu asistente y tu secretaria están de vacaciones...? (Caminando hasta el mini-bar) Perdón licenciado, ¿Le ofrezco algo para beber...?

Su marido era increíble, pensó María mientras lo veía servir 2 vasos de whiskey...

Y el invitado no estaba seguro cuál era una mejor decisión, si aceptarle un trago al Ministro de Estado o rechazárselo...

No supieron para quién fue más incómoda la situación... Pero finalmente se fue el abogado...

M: ya no estés molesto conmigo... Era algo que tenía que solucionar cuanto antes...

E: para eso tienes una asistente y una secretaria... Por lo visto se están ganando el sueldo de gratis...

M: Esteban...

E: espero que lo antes posible prescindas de los servicios del abogado...

M: no puedo creer que estés celoso...

E: no lo creas porque no es así...

Pero María sabía que sí era así...

Y a Esteban no le duró mucho aquello de sentirse viejo, porque un día después en una visita a la universidad, muchas jóvenes morían por fotografiarse con él...

En la juventud tendría muchos votos... O al menos lo creía...


^^ Las 2 semanas transcurrieron y el médico no parecía decidido a darle el alta a María...

Pero ahora estaba ella en su recámara siendo examinada por el doctor, mientras que todos los demás se preparaban para ir a la ceremonia de graduación del primogénito de la familia...

*Habitación de Miguel*

Como cuando era pequeño, así sentía el joven que estaba a nada de alcanzar la estatura de su padre, mientras éste le arreglaba el cuello de la camisa para ponerle la corbata...

Mi: está bien que invitaras al presidente, pero preferiría tanto que fuera mi mamá...

E: hijo... Ella va a estar contigo... No en carne y hueso, pero...

Mi: yo ya la veo bien...

E: eso por ahora no lo puedes diagnosticar tú... Dentro de unos años, doctor...

Mi: la verdad es que me siento mal....

E: estaré yo, mi vida... Tus hermanos, tus abuelos, tíos y primos... Ninguno puede suplir la presencia de tu mamá, pero tienes que estar contento, ¿eh? Es un día muy importante...

Mi: si...

Y nadie lo sabía, pero María había seguido absolutamente todas las indicaciones del médico con la condición que le permitiera asistir a la graduación de Miguel.

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