Capítulo 50
Un hombre tirado en el piso de su despacho, pero a María le importó más su marido. Como pudo lo agarró del pecho y lo detuvo para que no volviera a golpear al visitante.
M: ¡Esteban ya!!
Fla: ministro... ¿Cuándo aprendió boxeo...?
E: ¿qué es lo que quieres? ¿Más dinero?? ¿Se te hizo costumbre??
Fla: no... Ya no soy pobre como antes... Quiero a María.
E: ¿y por qué se me ocurre que Servando Maldonado te buscó y está detrás de todo esto??
Fla: yo... No... Él...
E: entonces es cierto... Pues lárgate y dile que no se meta con nosotros o ya sabe lo que le va a pasar. (Con una voz tan fuerte que María estaba asustada)
El equipo de seguridad entró como si esperaran una señal. Naturalmente el individuo se intimidó frente a tanto hombre armado.
E: déjenlo... Sabe lo que le conviene y se irá solo. Y no volverá a acercarse a mi esposa.
Esteban pasaba un brazo por la cintura de María, pero cuando todos salieron, la abrazó.
M: ¿qué fue todo esto...?
E: tú tranquila... Ya pasó todo... (Acariciándole la barbilla con una mano)
M: Esteban...
E: yo necesito saber algo...
M: ¿que...?
E: entiendo si no quieres responderme...
M: ¿qué...?
E: ¿lo quisiste...? (Sin saber cómo continuar) Olvídalo... No necesito saber nada...
M: ¿si lo quise más que lo que te quiero a ti?? Rotundamente no. Lo que siento por ti nunca lo he sentido por nadie...
Él capturó la boca de ella... Incluso le tomó el rostro, porque quería tener el control y toda su atención para sí mismo...
No supieron en qué momento se separaron... Solo sus labios, porque estaban uno bien cerca del otro...
E: pero te enfureciste por lo del dinero...
M: ¿no lo habrías hecho tú...? Fue como si mi padre manejara mi vida y sabes que siempre he detestado eso...
E: fue una casualidad que yo estuviera aquel día en tu casa... En realidad, no mucha, tu hermano y yo saldríamos de viaje y pasé por él...
M: fue cuando mi papá le ofreció el dinero...
E: ya no vale la pena recordar eso... Pero yo pagaría lo que fuera por ti... Daría todo lo que tengo y hasta lo que no...
M: qué romántico, ministro... (A punto de reír, pero conmovida)
E: ¿te parecería romántico que nos vayamos a un lugar más privado...?
Ahora María sí que rió con ganas...
M: ¿a dónde quieres que vayamos...?
E: ¿qué crees que diría la prensa si ven al ministro y su mujer entrando a un hotel...?
Ella volvió a reír, sería un escándalo...Pero Esteban la llevó hasta el escritorio y la sentó en el borde...
M: Esteban... ¿...?
E: ¿Y qué si lo hacemos aquí mismo...?
Él fue acercándose más, hasta que estuvo entre sus piernas...
Ninguno de los 2 olvidaría aquel momento de arrebato y confusión que los volvió locos la noche anterior...
>>>>>>>>>>>>>>> FLASHBACK <<<<<<<<<<<<<<<
María entró cuando Esteban se desvestía... La discusión no la habían terminado en el coche.
M: no puedo creer que me preguntes eso, Esteban.
E: ¡claro que te lo pregunto! ¿Sigues pensando en ese tipo??
María nunca se había sentido más ofendida por él como en ese momento...
Dio media vuelta y caminó hasta el cubículo de la regadera, se quitó la bata y entró.
E: María... ¡Te hice una pregunta! (Empezando a desvestirse)
Ella ya había abierto la llave de agua y fingió no escucharlo. Lo que no esperó fue que él entrara y la arrinconara contra la pared.
M: ¡Esteban!! ¡Sal de aquí!
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MI DECISION
FanfictionEsteban San Román hace noticia al ser designado Ministro de Estado por el Presidente recién electo... A sus 42 años de edad, casado y con 4 hijos asumía el cargo ganado a base de sus capacidades y sus estudios en ciencias políticas y relaciones int...