Los secretos de Anelís. +18✔️ || Bilogía Secretos I [TERMINADA]

31.

Ig: @vero.nez.x

Where were you
When everything was falling apart?
All my days
Spent by the telephone
That never rang
And all I needed was a call
That never came
From the corner of First and Amistad.

-You found me - The Fray.

¿Por qué quienes más creemos que deben amarnos son los que realmente nos hacen más daño?

¿Por qué nos escudamos en las mentiras y los secretos para evitar que nos lastimen?

¿Por qué debemos lastimar y salir lastimados?

Cuando alguien pueda responderme a esas tres preguntas con una realidad completa, podré estar en paz.

Había estado inconsciente por casi una semana después de pensar que la mujer frente a mi era una alucinación. Pero de nuevo, su presencia me confirmaba que era totalmente real.

-¿Mamá?- Pregunté sin creerme lo que veía.

-¿Esta vez sí me reconociste, cariño?- Sonrió maliciosa, tanto que no podía ser mi imaginación.

Solté un suspiro denso y cargado de angustia.

-Tú estás muerta- Giré mi rostro crispado de furia hacia Mikail-. ¡¿Qué coño me diste?! ¡¿Algún alucinógeno?! Esto no puede estar pasando, por favor, no...

La risa de las tres personas que se encontraban conmigo en la habitación se hizo presente. Me estaba quebrando, normalmente actuaba de forma premeditada, pocas veces por impulso, pero justo ahora mi mente me fallaba. Mis ganas de seguir luchando me fallaban.

Cadenas me apresaban las muñecas y las voces en mi cabeza solo me hacían pedir clemencia de su parte. Recogí mis piernas pegándolas a mi pecho, las rodeé con mis brazos hasta donde las cadenas me lo permitieron, todo con la intención de sentir calor.

-Yo te maté porque tú...- La vi directo a los ojos- Tú mataste al bebé, a mi hermano.

-Yo no lo maté, mi niña- Dio algunos pasos hasta ubicarse frente a mi, se colocó en cuclillas haciéndome retroceder hasta la pared-. Tu tía Aline lo hizo.

¿Qué?

»Debo admitir que lo defendió con uñas y dientes pero, luego de pasar unos meses bajo los efectos de drogas, hipnosis y castigos, logramos romperla lo suficiente. Ella creyó que ese bebé era mío, creyó que lo había tenido junto a tu padre a espaldas de ella; ojalá hubiese sido así. Él era mío y así debió ser siempre, pero ella se metió entre ambos.

Mi mente estaba procesando todo, o al menos lo intentaba. Comencé a pasear mis ojos por la habitación y por primera vez fijé mi atención en el hombre que entró con mi madre. La sorpresa me invadió.

-¿Por qué tú?- Hablé con desgano- ¿A ti qué diablos te hice?

-A mi nada, pero mi hermano te busca, ¿sabes por qué?- Negué lentamente y él se acercó a mi para luego susurrar- Porque está en busca de su pequeña niña...

Esto era más de lo que podía procesar, incluso más de lo que podía estar viviendo. No entendía nada, ni cómo, ni por qué.

-¿Mi padre es...

-No, ni Brian, ni mucho menos Geremah. Nosotros solo compartimos matrimonio con nuestras mujeres. Mi hermano fue quien nos presentó pero a él solo le interesaba una mujer- Giré a ver a mi madre, él pareció entenderlo-. No, no fue ella. Se llamaba Gala.

-La mujer a la que mataste...

-Vaya, parece que hiciste tu tarea.

»Así es, Gala era mi mujer. Aún lo es. Sin embargo, mi querido hermano se encaprichó con ella, Gala siempre fue una mujer libre, por lo que se veían a escondidas. Él sabía que no podía tenerla porque ella siempre me prefirió a mi, así que se conformó con tu madre, allí naciste tú, y posteriormente se fue con tu tía. Sin embargo, hubo algo con lo que no contaban, Gala quedó embarazada, un niño que le fue arrebatado de los brazos. Uno que fue entregado a manos de tu tía, por tu propia madre, para que fuera asesinado.

»Eso devastó a mi mujer. Se supone que ella no podía tener hijos, tal vez debimos haberle hecho más exámenes y pruebas, pero así fue. Finalmente me terminó rogando para que la matara.

-Entonces...- Intenté aclarar mis ideas- Indirectamente mi madre fue la culpable de la muerte de tu mujer, ¿por qué la ayudas a acabar conmigo?

-Porque ambos sentimos cierto rencor por tu padre, quien te busca y te quiere llevar con él. ¿Cómo dicen? Unidos por una fuerza mayor.

Entonces algo hizo clic en mi cabeza.

-¿Tu odio hacia mi padre es tan grande como para dejar que mataran a dos de tus hijos?- Mi voz inevitablemente se quebró.

-Pequeñas piedras que debía quitar del camino, ninguno es mi hijo. Nosotros en ningún momento llegamos a decir quienes eran los padres de cada uno, al crecer nos íbamos dando cuenta pero ninguno decía nada y los criábamos a todos por igual. Pero yo tenía la necesidad de saber a cual de todos había engendrado y les hice pruebas; ninguna fue compatible.

Iba a abrir la boca pero mi madre me interrumpió.

-Deja de hacer tantas preguntas, pequeña idiota. Entiéndelo; tú no puedes amar. ¡No puedes! ¡No está en tu naturaleza!

-¡Cállate!- Tapé mis oídos mientras gritaba con la intención de no escuchar sus palabras, porque no eran ciertas. No lo eran.

Yo podía amar, claro que si. No como ella que nunca lo hizo, ni siquiera merecía que le dijera madre pero no podía evitarlo, ella siempre fue mi punto débil incluso cuando creí haberla matado. Ella me hacía recordar y revivir todos mis traumas, volver a sentirlos uno a uno.

Yo sé que podía amar, los chicos me mostraron que si.

Yo podía amar.

-Yo puedo amar...- Susurré llamando la atención de todos- ¡Yo no soy como tú! ¡Yo si puedo amar!

-¡Eres un asqueroso monstruo que lo destruye todo!

-¡Pero tengo personas que me aman!- Ella se quedó en silencio- Los tengo. Los chicos me aman, Hera me demostró su apoyó maternal, aquel que nunca me diste, y mi padre.

Eso pareció enfurecerla.

-¿Qué con él?- Me miró amenazante y aún así me arriesgué.

-Solo estás celosa, porque tu fuiste su segunda opción en todo momento. Incluso ahora, con Gala y mi tía Aline muertas, sigues siendo el segundo plato en la mesa. Porque papá me quiere a mi con él, no a ti.

Adeline Piere nunca había sido una persona a la que le gustara escuchar las verdades, menos de frente, por lo que su reacción era algo que me esperaba. Ella se abalanzó sobre mi sacando de su bota una navaja, Rexan se mantuvo impasible mientras Mikail intentó impedir que ella llegara hasta mí. Pero fue tarde.

Tosí sintiendo el dolor a un costado de mi estómago. Mikail tomó a mi madre de los brazos y la sacó de la habitación, yo bajé la mirada y observé mi herida sangrante. No iba a desmayarme por esto, no cuando he resistido mucho más, pero eso no quitaba que dolía como el demonio.

-Yo me voy- Habló Rexan para luego pronunciar con ironía-. Tenemos una cena de despedida para mis dos hijos fallecidos y se supone que estamos buscándote. Pobre Anelís, ¿dónde estarás?

Dio un portazo mientras soltaba una carcajada, dejándome sangrando en el suelo, pero eso no era mi preocupación más grande. Mi mente estaba en mis chicos y en que no sabían que uno de sus padres realmente quería matarlos.

*****

Cada vez nos acercamos más al final y quiero que sepan que antes de llegar a él subiré algunas escenas EXTRA. Ustedes me dicen desde que punto de vista quieren que escriba y lo haré.