Los secretos de Anelís. +18✔️ || Bilogía Secretos I [TERMINADA]

32.

Ig: @vero.nez.x

Where did I go wrong? I lost a friend
Somewhere along in the bitterness
And I would have stayed up with you all night
Had I known how to save a life.

The Fray - How to save a life.

Según lo que me había dicho Rexan, el funeral de los chicos fue devastador. Casi todo el instituto asistió a la despedida y luego, en privado, quemaron los cuerpo; los Genovese tenían tradiciones.

Pasé todo el día pensando en los chicos. Gavin merecía más, muchísimo más. Y a Gadiel le debía una disculpa, al final él tenía razón; mis secretos los terminaron lastimando a ellos.

Casi tres semanas aquí, no sabía sobre nadie y supongo que el resto tampoco sabía sobre mí. Los Genovese estaban muy ocupados asumiendo muertes como para buscarme, y supongo que los chicos me culpan por lo que pasó.

No me torturaban, me daban de comer aunque casi no privaba bocado, me permitían bañarme; en verdad no sé qué estaban esperando o que iban a hacer conmigo.

Sin embargo, el peor castigo de todos era estar aquí encerrada, no poder salir y solo ver estas cuatro paredes blancas. Me di cuenta hace poco que estaba en el psiquiátrico de Rexan, seguramente en alguna habitación lejana, oculta e insonorizada.

No sé si es peor esto o mi vida de antes con los castigos de mi madre.

La puerta sonó haciéndome sobresaltar y quedar a la expectativa sobre quién era la persona que entró. Ah, cierto, desde hace algunos días han tomado la costumbre de mantenerme los ojos vendados.

Suelo quitarme la venda cuando me ducho, es el único momento en el cual alargan las cadenas lo suficiente, aún así en esos momentos tardo un poco en recuperar mi visión. Veo borroso por mucho tiempo y ya luego debo volver a ponermela.

Si, esto fue lo que quedó de mí.

-Hola, preciosa- Una voz varonil me hizo estremecer, sentía que la conocía de algún lado pero no sabía de donde-. Creí que no viviría para ver este momento, la señorita Piere dejándose humillar.

Eso encendió mis alarmas.

-¿Quién eres?- Susurré con la garganta seca y tuve que aclararla.

-Eso lo sabrás después, por ahora vengo a darte tu almuerzo. Me han dicho que no haz comido bien estos días y como enfermero debo asegurarme de que el plato quede vacío.

-¿Ahora me darán la comida en la boca? Esta humillación es nueva- Una tétrica risa brotó de sus labios.

-Abre grande, cielo- No hice caso, no le daría el gusto. Pero él no se rindió, inmediatamente sentí su mano suavemente en mi mejilla. Me alejé por reflejo, aún así volvió a poner su mano en mi rostro, su pulgar se posó en mi labio inferior y comenzó a hacer una leve presión abriendo así mi boca.

Sentía su respiración sobre mi cara y mi corazón chocar contra mis costillas.

De un momento a otro sus labios chocaron contra los míos, fue tan rápido que pareció solo un roce. Abrí mi boca para reclamar y justo aprovechó para meter una cucharada de comida en ella.

Me vi obligada a tragar y lo único que se escuchaba en la habitación era su risa.

¡Se estaba burlando de mi!

-¡¿Eres imbécil?! ¡¿Con qué derecho, jodido idiota?!- Allí fue cuando caí en cuenta en algo y grité más fuerte- ¡¿Sabes siquiera el tiempo que tengo sin poder cepillarme los dientes decentemente?!