Los secretos de Anelís. +18✔️ || Bilogía Secretos I [TERMINADA]

Aquí se acaban los secretos de Anelís 1.

Ig: @vero.nez.x

Sanguinarios, me disculpo por adelantado por este capítulo. Cada personaje está en mi corazón, cada uno de los chicos tiene una parte de mí.

Curvilínea como una fuente cursiva
Virgen y sexy
Ese es el tipo de chica que quiere
Pero se olvidó que esto no es una fábrica de perras.

Bella Poarch - Build a Bitch.

Gad se hallaba de pie frente a mi observando mi cuerpo marcado y lleno de chupones. No hablaba, no se movía, solo sus ojos eran los que me escaneaban. No había marcha atrás.

-Gareth lleva toda la mañana desaparecido, ¿ha estado él aquí?- Sus ojos tenían un destello de súplica, como si esperara que dijera que si, que fue él quien me hizo esto.

La decepción llegó a sus ojos cuando negué con mi cabeza.

-No lo he visto desde que ambos se fueron de aquí la otra noche.

Asintió lentamente con su cabeza y comenzó a caminar alrededor de la sala de estar con sus manos a la espalda. Observaba todo, todo menos a mí, claro está.

Gad.

Lo que más me sacaba de mis casillas era su expresión despreocupada e indiferente. Anelís siempre había estado segura de que nadie podría leerla, nadie traspasaría su máscara. Yo creí hacerlo pero ahora me doy cuenta de que no, solo fue lo que ella quiso hacerme creer.

-Me fui de aquí porque mamá nos llamó preocupada por Gael, porque desde que Gadiel murió ha estado decaído, Gavin murió por defenderte, Gaius está en coma por un disparo que recibió de tu parte, Gael entre su depresión se cortó las venas. Y tú...- Su semblante seguí sin dar indicios de ningún sentimiento- tú te acuestas con otro luego de confesarnos que estás embarazada.

Giré en su dirección y me abalancé sobre ella con mi mano alrededor de su cuello. Ella intentaba liberarse pero yo no cedería, no esta vez.

»Créeme que no te asesino porque me he obsesionado conmigo y por ese bebé que llevas dentro. No eres buena, Anelís, no eres una víctima. ¡No sé ni quién diablos eres porque ya no creo ni una palabra tuya!

-Perfecto- Habló entrecortadamente-. Porque yo ya me cansé de fingir.

Lo siguiente que sentí fue un pinchazo en mi cuello y luego poco a poco me fui debilitando, observando como Anelís tocía recuperando el aire y luego también era sedada por un chico.

*

Desconocido.

Las cosas, como todo río, siempre vuelven a su cauce. Las personas vuelven a casa, los vivos volvemos a convertirnos en polvo, un asesino siempre lo será aunque quedé libre y asista a terapia, una traidora siempre lo será aunque se enamore.

Una persona con secretos nunca será de confianza.

A mi espalda comenzaron a oírse quejidos, ya estaban despertando las visitas. Respiraciones agitadas, movimientos dentro de las jaulas y los barrotes de ellas comenzaron a ser golpeados y sacudidos. Reí fuertemente sin poder evitarlo haciendo que ellos se quedaran estáticos y en pose defensiva.

Giré la silla en la que me encontraba sentado y los observé a los tres cara a cara. Se notaba la confusión en sus rostros, sin embargo, no emitieron palabra. Eran tan desconfiados y tal vez por eso seguían vivos... por ahora.

-¿Quién será el primero en perder el orgullo y preguntar?- Me encorvé un poco colocando mis codos sobre mis rodillas y mis manos cruzadas bajo mi quijada. Presentía que esto tardaría.

-¿Quién coño eres tú, imbécil?

-Eres extremadamente estúpido por hablarme de esa manera estando del lado de adentro de una jaula mientras estoy yo en el lado de afuera, ¿no te parece, Gareth?

-¿Dónde está Anelís?- Habló Gad manteniéndome la mirada. Se formó un profundo silencio, sus hermanos parecían incrédulos por oírlo hacer esa pregunta.

Hasta yo lo estaba, por favor, ella le había mentido.

-Juguemos a algo mejor- Caminé hacia uno de los paneles y tomé el control de allí para luego ponerlo ante ellos quienes me vieron con desconfianza. Encendí una de las pantallas delante de ellos y allí se mostraba la imagen de una inconsciente rubia que ellos conocían muy bien.

-¡Sácala de allí, déjala ir, joder!

-Silencio, Gad. Ustedes la sacarán de allí- La confusión adornaba sus rostros-. Si me dejaras explicar, no tendrías esa cara. Entonces, este control que les estoy dando cuenta con dos botones, como pueden ver. Uno de ellos activa una bomba en el cuarto donde se encuentra Anelís.

-¿Y el otro?

Sonreí, señalando de nuevo el control.

-El otro es un premio, el poder está en sus manos.

Gad, Gareth y Gael se vieron entre sí, pensando bien cual botón oprimir. Amaba acorralar a la gente de esta forma, jugar con ellos, con sus mentes y hacerles creer que tienen opciones. Algunos las tienen, otros las consiguen a la fuerza.

Pero hoy, si salgo vivo yo, ellos no lo harán. Y viceversa.

-Se acaba el tiempo, tal vez tenga que decidir yo.

-¡Dale al maldito botón ya, Gael!- Y así hizo.

Todos observaron la pantalla; Anelís seguía igual. Suspiraron aliviados pero mi vieron con el ceño fruncido cuando solté una de mis muy típicas carcajadas.

-Eso pasa cuando los niños intentan jugar a ser invencibles, les das el poder y se desesperan, no saben que hacer con él.

-Dijiste que el otros botón era un premio- Dijo Gael temblando-. ¿Qué es?

-Ah si, un pequeño premio... para mí- Susurré lo último-. ¡Frank, enciende y rebobina la grabación!

La pantalla se acercó más a la jaula y la imagen de Anelís fue cambiada por otra. Un terreno conocido, el cual estaba en una calma total y de la nada ¡Boom! La mansión Genovese se encontraba sumida en llamas mientras detrás de mí se oía un desgarrador alarido y más golpes en los barrotes.

Dirigí mi mirada a ellos. Gareth golpeaba y pateaba la jaula, Gad intentaba sostener a Gael quien lloraba en el suelo con tanta fuerza que le costaba respirar. Patéticos.

-Si no me equivoco, en la mansión se encontraban Geremah, Brian, Hera, Elena, Ítala y Olexa. Pero, en una de las habitaciones, también tenían a alguien más, ¿cierto?

Silencio.

»Que en paz descanse Gaius.

Un clic hizo eco en la habitación y una de las paredes de la jaula cayó, se miraron extrañados pero luego inmediatamente corrieron hacia mi con una intención obvia de atacarme, sin embargo, el seguro removido de una pistola los detuvo. Sonreí con arrogancia sabiendo claramente quien era.

Los tres rostros delante de mi se desencajaron por la ira, la decepción y la impotencia.

-Alguno da un paso más hacia mi padre y cae muerto.

-Eres una...- Gareth no pudo terminar porque Anelís disparó a su hombro- ¡Maldita!

-Vamos a calmarnos- Dije mientras veía como Gad se acercaba a su hermano para poner presión en su hombro y Gael caía sobre sus rodillas, devastado. Se estaban rompiendo-. Vamos a contarles un poco sobre el plan, cariño.

Ella bajó el arma, sin embargo, se mantuvo en guardia y alerta.

»Anelís nunca trabajó a favor de su madre para matarlos a ustedes. Ella engañó a todos y trabajó junto a mí.

*****
No daré declaraciones ni pediré disculpas.