11.

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Ig: @vero.nez.x

Toda la rabia que he estado desahogando con las mujeres que maté, estaba dirigida contra mi madre.

-Ted Bundy.

Los empleados seguían moviéndose de aquí para allá, sirviendo más comida o rellenando las copas, acostumbrados a la situación. Pude ver a la joven empleada del otro día acercarse a Gad, noté como tiró a propósito su servilleta para luego agacharse a recogerla y, sin perder oportunidad, pasó su mano por su entrepierna.

-Así que la pequeña Anelís está en casa. ¿Qué tal tu madre?- Preguntó Elena con burla- ¿Por qué no ha venido contigo?

-Porque ya tu estás aquí, hay zorras suficientes- Creí que se enojaría por mi comentario; deseaba que lo hiciera. En cambio, solo recibí su risa de suficiencia.

-Tan predecible como tu madre.

-Yo no encuentro la mentira en las palabras de Anelís- Habló Gareth aún de pie y con la respiración acelerada-, madre.

Me impresionaba el desprecio que le tenía, pero más me impresionaba que aún no hubiera intentado clavarle un tenedor en el cuello a su progenitora. Ella solo le regaló una sonrisa sombría y caminó hasta él. Se posó a su espalda y lo tomó de los hombros sentándolo a la fuerza.

-Recuerda que solo yo tengo el interruptor- Se dobló hasta quedar a la altura de su oído y susurró algo. Sea lo que sea que dijo, logró poner a Gareth rojo de ira y hacerlo apretar el mantel entre sus manos. Tomé el cuchillo que usaba para la carne, lo limpié con una servilleta, planté un beso en el y se lo tendí a mi iracundo chico. Todos posaron su vista en mi perplejos mientras él solo observaba el cuchillo. Podía notar la lucha en sus ojos.

Tomarlo. No tomarlo.

Sin embargo, terminó consiguiendo otra opción. Se levantó de un tirón y arrojó en mantel lejos de nosotros, llevándose consigo las copas y los platos.

-¡¿Nunca podemos tener una cena normal?! ¡Merezco al menos una!- Gritó Hera para luego levantarse e irse llorando. Patética. Geremah nos observó por última vez, tomó una respiración y fue tras su esposa. Los demás se levantaron como si nada y se fueron a sus respectivas habitaciones, incluyendo a Elena.

Yo tomé de la mano a Gareth y lo llevé escaleras arriba, lo senté en mi cama mientras él seguía en un tipo de trance. Bajé de nuevo y allí estaba el personal de servicio limpiando el desastre del comedor. Fijé mi vista en mi objetivo, tomé el primer cuchillo que encontré en el piso y caminé hacia ella.

-Tu- La llamé. No sabía su nombre, tampoco me importaba. La joven me observó con fastidio y caminó hacia mi. Se recostó de la mesa usando la mano con la que tocó a mi hombre. Sonreí-. Soy muy celosa con mis juguetes, cariño. Cuando los tocan sin mi permiso, lo siento como un robo. Y robar está mal. ¿Sabes qué se les hace a los ladrones?

Sus ojos brillaron de miedo. Observó su mano pero era tarde, fui más rápida que ella y puse mi mano sobre la suya ejerciendo presión para luego enterrar el cuchillo en ella. Separándola de su brazo.

Solo escuché su grito y fue música para mis oídos. Hasta que llegaron sus lloriqueos.

Lloraba fuertemente mientras sostenía su brazo, le arrojé su mano y verla la hizo llorar aún más. Hasta que de un momento a otro, se desmayó del dolor. Tal vez alguien la ayude.


-¿A quién asesinaste?- Sonreí ante las palabras de Gareth, quien se encontraba sentado en el sofá frente a mi cama. Dejé el cuchillo en mi mesa de noche y me desvestí ante su mirada, quedando en mi lencería negra. Sus ojos se oscurecieron de deseo.

Los secretos de Anelís. +18✔️ || Bilogía Secretos I [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora