Cuarenta y Ocho

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El Castigo ha terminado.

Y puedo tener la certeza de que será un asunto privado pues las cuestiones del Clan se quedan dentro del Clan. Agradezco el silencio de mis hermanos, agradezco que no me juzguen por mi debilidad, y al mismo tiempo siento culpa por elegir al Príncipe por sobre ellos.

Lo único que puedo hacer ahora es atender mis heridas y retomar mi entrenamiento lo antes posible. Tengo que demostrar que soy capaz de proteger al Príncipe, tengo que recuperar el tiempo perdido pues me ha tomado dos sesiones como espectador para ver que Sero y su grupo me han dejado atrás. Ahora me pesan esos cinco años entrenando solo. Recuerdo haberle pedido permiso al Príncipe para entrenar con mi grupo, pero él se negó.

"Si te vas no vuelvas" me dijo y yo no insistí.

Ese fue mi error. Debí haber sido más claro. Debí haberle explicado con calma la situación. Él lo habría entendido, aún si entonces...

No importa, ahora tengo que esforzarme por resanar mis errores. Pese a mi resolución no dejo de pensar en Izuku y en la terrible situación en la que se encuentra. Me gustaría atestiguar en su nombre pero mi maestro ha sido claro al pedirme que me mantenga al margen.

"Estás a prueba" me dijo, "defender a Izuku tan solo te metería en problemas"

"Pero sabemos que él no lo hizo, maestro"

"Lo sabemos, sí, y las cosas serían diferentes si él se hubiera quedado a defender su posición, pero no lo hizo. Lo que hizo fue huir, poniendo bajo sospecha todo lo que ha hecho"

"Su intención era ayudar"

"¿Confiarías la vida del Tercer Príncipe en esa certeza?"

Me congelé porque la respuesta era obvia.

"No podemos guiarnos por lo que queremos creer, debemos estudiar la situación desde un enfoce imparcial y lo que sabemos es que Izuku empezó a reunirse con el Tercer Príncipe casi al mismo tiempo que empezó a mostrar síntomas. Fue Izuku quien suministró el suru que detectó la sustancia roja. Fue Izuku quién pasó días en compañía del Príncipe mientras su condición se deterioraba."

"¿Crees que es culpable, maestro?"

"No importa lo que crea, Fantasma, como líder no puedo basar mis decisiones en creencias sino en certezas. Lo que sé es que el examen del Médico Imperial no reveló rastros de ningún veneno en el cuerpo del Tercer Príncipe, es la única buena noticia en todo este asunto."

"¿Cómo sigue?"

"Por lo que sabemos su condición es delicada"

"¿Cuándo volverá a casa?"

"Tras todo lo acontecido y nuestra falta de juicio el Emperador ha decidido mantenerlo en el palacio mientras duré su fiebre y aún después de ella."

Asentí.

"¿Qué pasará con Izuku?"

"Tendremos que esperar a tener noticias suyas. Solo él puede explicar con claridad qué pasó la noche en que atacaron al Segundo Príncipe, mientras siga huyendo no podemos defenderlo. Ahora vete, tienes entrenamiento pendiente"

Y eso hice.


Hanami: El Diario De Un GuardiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora