El Príncipe ha sido benevolente.
Se ha negado a castigarnos demostrando una vez más que sus intenciones de cambio son verdaderas, además ha pronunciado la expresión más rara que le he oído nunca: Lo que haya sido ya no es. Palabras extrañas para alguien como él. ¿Debo creer que se refieren a su actitud? ¿A su enfermedad?
Lo cierto es que el cambio que el Príncipe experimenta no se limita a la ausencia de su ira, son sus manerismos, la forma como se sujeta las manos cuando está nervioso o cuando se aparta el pelo de la cara para colocar los mechones tras su oreja. Cuando lee se rasca la nariz si hay algo que no entiende y cuando hace una pregunta siempre inclina la cabeza como si eso le permitiera oír mejor.
¿Era así antes? No consigo evocar algun momento en el pasado en el que alguno de esos gestos estuviera presente, pero creo que es lógico pues entonces tenía prohibido mirarlo directamente.
De lo que puedo estar seguro es que su andar ha perdido la rígidez de antaño, no camina con los hombros caídos y no se sienta en el borde de la silla con las piernas juntas, ahora le gusta subir los pies a los divanes y arellanarse para leer. Y también se esfuerza por caminar junto a mí pese a que es una violanción directa del protocolo imperial.
Si lo considerara posible me inclinaría a creer que se trata de un impostor. Alguien con la misma cara y el mismo cuerpo... pero el Príncipe ha repetido en cada ocasión su deseo de cambiar. No deja de repetir su deseo de enmendar las cosas y corregir sus errores.
"Lo que haya sido ya no es"
¿Qué ha provocado el cambio? ¿Y cómo sé que no es simplemente temporal?
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Hanami: El Diario De Un Guardia
FanfictionLas reflexiones de Hitoshi Shinsou cuando a su monotona vida llega alguien inesperado. Historia Simultanea a Hanami