Cuarenta y Dos

696 203 30
                                    



Tengo un amigo.

Habrá quien diga que en realidad tengo más, pero lo cierto es que los muchachos del Clan son mis hermanos, no de sangre pero si por convicción y lealtad. Sé que puedo contar con ellos y ellos pueden contar conmigo, porque así fuimos criados y ese fue el credo que nos inculcaron.

Sin embargo, Izuku es mi amigo por decisión propia.

Lo ha demostrado a lo largo de todas las semanas que hemos pasado juntos, preguntándome sobre mi vida y los deseos que tengo sobre mi futuro, preocupado por todos esos años que he pasado encerrado en la casa del Príncipe.

Así lo ha dicho. Encerrado.

Y no puedo negar que así se sintió en un principio, un ente invisible destinado a no ver la luz del sol, pero ya no es así y aunque intento explicárselo puedo ver que él no me cree. Lo entiendo. Para él, que ha pasado los últimos años lejos, mi vida puede parecer simple y monótona, pero hay belleza en la rutina que tengo y deleite en las pequeñas tareas. Así se lo dije una vez.

"Tú fuiste educado para servir" me dijo, "ese juramento es la cadena que te ata."

Me entristece que así lo vea pero puedo entender por qué lo hace. Izuku es tan empático que ve mi situación como un castigo en lugar de la distinción que en realidad es; también es un hombre honorable que está dispuesto a luchar por hacer de este un mundo mejor

Lo he confirmado al oír su plan para acabar con la banda de ladrones. Su intención es proteger a los rehenes y evitar tantas muertes como fuera posible.

Por desgracia no ha salido como debería, tal vez porque solo éramos nosotros dos. Hemos perdido a tres rehenes y gran parte de los forajidos ha huido apenas los cabecillas han caído. Tampoco ha sido limpio. Izuku ha terminado con varias puñaladas en los brazos, una flecha en la pierna y un navajazo en la cara que ha estado a centímetros de darle en el ojo, mientras que yo acabe con un brazo roto, una puñalada en la pierna y varios cortes a lo largo de todo el cuerpo.

Izuku también me ha salvado la vida está noche, ha recibido una puñada que era para mí y ha matado para mantenerme con vida. Estoy en deuda con él, pero él simplemente sonrió al oírme decirlo.

"Para eso son los amigos" me dijo.

Ahora puedo entender por qué el Príncipe y mi maestro lo tienen en gran estima.


Hanami: El Diario De Un GuardiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora