Tres

1.2K 281 102
                                    


El Príncipe tiene los ojos dorados.

Es extraño que no me diera cuenta antes, tal vez porque me ha ordenado que no lo mire a la cara, pero hoy lo he hecho. Ha sido un accidente.

Parecía que el Príncipe tenía una pesadilla, ha comenzado a sacudirse en la cama con más energía de la que ha tenido durante toda la semana. Me he quedado quieto porque la primera vez que me acerque para despertarlo su ira fue inolvidable, así que he cumplido con sus ordenes de quedarme lejos. 

Pero esta pesadilla parecía diferente de las anteriores y cuando fue obvio que el Príncipe estaba a punto de caerse de la cama he tenido que moverme a toda velocidad para atraparlo. Entonces se despertó y espere el estallido.

No hubo ninguno. 

El Príncipe me miró a los ojos con asombro y luego dijo algo que me sorprendió. Me fue imposible mantener mi cara impasible, aunque estoy seguro de que lo he escuchado mal. Es probable que él no lo recuerde porque volvió a desmayarse demostrando que en realidad hablaba en sueños. 

Así que lo he devuelto a la cama con muchísimo cuidado y después me he marchado para mi ronda nocturna, pero no he dejado de pensar en sus ojos. No por el color, aunque es un color asombroso y me sorprende no haber reparado en él antes (lo cierto es que han pasado años desde la primera -y única- vez que tuve autorización para mirarlo a la cara), pero como decía no es por el color sino porque por primera vez el Príncipe me ha mirado a la cara.

Y lo ha hecho sin miedo. 



Hanami: El Diario De Un GuardiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora