Hanami: El Diario De Un Guardia

Veinticuatro

El Príncipe se preocupa por mí.

Al principio creí que hizo llamar a Aizawa y a uno de sus medios-hermanos porque no confiaba en mí, pues obviamente no he estado a la altura de las circunstancias que se han presentado. Si pese a mi vigilancia constante el envenenador sigue activo cualquiera entendería que he fracasado en mi trabajo.

El Príncipe no piensa así. De inmediato ha dejado en claro que su decisión de pedir ayuda externa no es en respuesta a mis fallos, sino para garantizar que yo no salga herido. La idea me ha dejado mudo. Significa que el Príncipe se preocupa más por mi seguridad que por la suya. Una idea aborrecible. Una idea que no debería existir en su mente. Por primera vez he experimentado ir al pensar que el Príncipe antepone mi seguridad a la suya.

Soy yo quien ha sido entrenado para morir en su nombre, quien está listo para dar mi vida por la suya. Y aunque he jurado que haré todo lo posible por seguir vivo, no puedo creer que él considere siquiera que mi vida vale más que la suya. Se lo he dicho y él ha pronunciado una frase que no olvidaré nunca.

"Tú lo haces por deber, yo lo hago por que quiero"

¿Cómo algo tan bonito y tan brillante puede mirarme y creer que vale la pena arriesgarse en mi nombre?

Fui educado para protegerlo, pero eso ya no basta. No cuando él lo hace sin obligación alguna. Así que he decidido que le daré todo. Suya es mi devoción, todo lo que hay en mí. Lo protegeré, no en nombre del Clan, no en nombre de mi maestro, no en nombre de la educación que he recibido. Lo haré por él, por quién es. Por su sonrisa y su generosidad. Por su corazón amable y su benevolencia.

Prefiero renunciar al Clan que a apartarme de su lado.