Hanami: El Diario De Un Guardia

Cuarenta y Uno

Tengo obligaciones

Y así se lo he dicho a Izuku, su respuesta no es la que esperaba.

"Sé que la situación con el Príncipe Denki es importante" dijo apenas termine de recordarle nuestra misión. "Lo entiendo. Pero él es un Príncipe, tiene la protección de Aizawa, la atención de sus hermanos, y la posición para solicitar ayuda de ser necesario. Estas personas no tienen a nadie. Y como siervos de la casa Imperial nuestro trabajo es garantizar la seguridad de sus ciudadanos"

Al oírlo me avergoncé de mí egoísmo porque él tenía razón. Mi deber como miembro del Clan Sombra también incluía mantener la paz del Imperio, un juramento que no debo olvidar. Habría sido una vergüenza volver con el Príncipe a sabiendas de que abandone a su gente sin dudar.

"Además" añadió él, "durante todo nuestro viaje he oído rumores de un grupo de bandidos que operan en esta zona y por lo que sé es una banda importante. Si es tan grande como se sugiere, tal vez conozcan a todos los que trabajen en la zona. Existe la posibilidad de que puedan decirnos algo sobre el ataque a la caravana del doctor"

Así que nos hemos dado a la tarea de rastrear a este grupo. Seguimos los rastros del carromato hasta encontrarlo vacío, abandonado y oculto bajo hojas falsas, de ahí hemos tenido que hacer un reconocimiento completo del bosque cuidando las trampas que los bandidos han colocado en la zona. Su campamento se encuentra en las profundidades, tan oculto por la vegetación que nos habría sido imposible detectarlo de no haber sabido que estaba ahí.

Nos turnamos para trabajar. Mientras uno se desliza desde nuestro escondite hasta el puesto de vigilancia, otro se aleja para conseguir comida y agua. Debemos ser excesivamente cuidadosos con nuestro rastro a fin de no atraer la atención. Y como si no fuera suficientemente complicado hoy hemos descubierto que los bandidos mantienen a más prisioneros en su campamento, casi todos femeninos, un detalle que ha hecho enfurecer a Izuku.

"Atacaremos esta noche" ha dicho tras contarme sus averiguaciones del día. Y me ha costado convencerlo de esperar.

He ganado dos días, tras lo cual desmantelaremos ese campamento. En parte me alegra porque eso significa que este desvío llegara a su fin y en parte me preocupa porque no estoy seguro de que podamos lograrlo.