−Mi nombre es Martina Stoessel, pero me puede decir Tini, señor− sonrío tendiéndole la mano.
−Señorita Stoessel, bienvenida− dice con desgana sin apartar su mirada de la computadora.
Confundida bajo mi mano.
−Espero que no vuelva a venir con esa rid...
Advertencia: este capítulo contiene escenas no aptas para todo público.
Sé perfectamente que este aviso no les detendrá de leer, pero se debe poner igual Xd.
Si no quieres leer la escena erótica, saltéate la escena que comienza luego del separador rojo.
Dicho eso, disfruten 🔞
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Pov Tini 🌷
–Tengo otra pregunta.
–Adelante.
Mientras él come pienso si es una buena idea preguntar o no. Pero luego me doy cuenta que revelarme la historia con sus padres fue un gran paso para que ese aire misterioso a su alrededor vaya disipándose, por lo que siento que Robert responderá cualquier cosa que yo consulte.
Una pequeña risa sale de su boca, haciéndome reír a mi también de los nervios.
–Te he dicho muchas veces que no soy gay Martina– abro la boca para interferir pero interrumpe –Y tampoco bisexual. No me atraen los hombres.
–Entiendo– tomo algo de vino mirando hacia otro lado.
–En cuanto a parejas, pues...no no he tenido.
Levanto las cejas más de lo normal para expresar mi incredulidad.
–Al menos parejas serias no– se corrige –Como sabrás he pasado los treinta años, pero aun así esta revelación no sorprende mucho viniendo de una persona tan antisocial como yo.
En eso estoy de acuerdo, me sorprende saber que no ha tenido novias pero más me sorprendería si dijera que sí.
–Entonces solo has estado con mujeres de manera...casual– afirmo.
–Sí, han sido pocas– reflexiona –Esa era una de las causas por la cual mis antiguas secretarias duraban tan poco en sus puestos: todas querían pasar por mi cama de alguna u otra manera.
Con nerviosismo suelto una risita, siento el rostro caliente así que intento cubrirlo con mi cabello.
"Tranquila Martina. Técnicamente no estuviste en su cama, así que finge que no te importa su comentario, no sos una de esas secretarias que pondrían en juego su trabajo por una noche de pasión. Recobra la compostura por el amor de Dios" me digo mentalmente.
–Ahora es mi turno.
–¿De qué?– paso la comida con un trago de vino.
–De hacer preguntas. Hay cosas que no sé de ti– tomándome desprevenida se deshace de su saco, el cual deja en la silla a su izquierda, y arremanga su camisa –Desde que te conocí intenté analizarte ¿Sabes? Es algo que me encanta hacer.
