−Mi nombre es Martina Stoessel, pero me puede decir Tini, señor− sonrío tendiéndole la mano.
−Señorita Stoessel, bienvenida− dice con desgana sin apartar su mirada de la computadora.
Confundida bajo mi mano.
−Espero que no vuelva a venir con esa rid...
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Pov Tini🌷
Extrañaba la sensación de abrazo maternal. Casi siento que me derrumbo con tantas emociones encima.
–No sabes cuánto te extrañé Tinita.
–Yo también a vos, má– suspiro agotada –Han pasado muchas cosas desde la última vez que nos vimos.
–De algo me enteré...Pero veo que te agobia tan solo pensar en eso así que mejor nos centramos en tu vestido.
–Gracias por ayudarme.
–Al contrario, gracias a vos por elegirme como ayuda.
"Si le digo que la llamé porque Annabeth no podía seguro se enoja..."
Ambas nos ponemos en marcha, intercambiando algunas ideas.
–Debe ser un vestido que grite "Hola estoy acá" pero que tampoco debe insinuar demasiado...– dice mientras examina varios maniquíes.
–No opacaré a la cumpleañera así que el vestido no debe ser rojo. Le pregunté a Úrsula y me dijo que el suyo sería de ese color.
De la nada una chica muy bien vestida se acerca sonriente.
–Hola buenas tardes ¿Necesitan de mi ayuda?
–No gracias, por ahora...
–En realidad sí– me interrumpe mamá –Queremos todos los vestidos largos que tengas, en lo posible deben ser de talla pequeña. Ya habrás notado lo delgada que es mi hija.
Ella asiente para luego dar media vuelta.
(...)
Los minutos se vuelven horas y la tarde en noche. Pero valió la pena.
El vestido elegido es negro de manga larga. Tiene, además, espalda al descubierto, un diseño sirena, prominente escote en V y detalles de strass. Mis curvas se resaltan de manera sutil pero a la vez llamativa, no sé como explicarlo. El punto es: me siento hermosa y cómoda.
–Los zapatos y joyería se puede arreglar fácilmente. Estarás espléndida cariño– halaga mirando mi atuendo.
–Me encanta ¡Casi no parezco yo!– río sin apartar los ojos del espejo.
–Vas a sorprender a varios, incluyendo a ese novio tuyo que aún no me presentas pero ya le conozco hasta la talla de los zapatos...
–¡Mamá!– chillo al darme cuenta del doble sentido de su comentario.
Riendo sale del vestidor, justo cuando mi celular avisa de un nuevo mensaje.
Robert <3
¿Quieres que envíe el chofer por ti mañana?
¿O prefieres que te busque yo?
–Ninguna– respondo en voz alta. Miro hacia el espejo nuevamente y me hablo a mí misma: –Debes hacerte la dura Martina, solo así dejará esa actitud arrogante de lobo solitario.
