•Capítulo 45: Final•

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Dos años después.

Pov Tini🌷

Suspiramos impaciente y miramos fijamente la pantalla de la computadora.

–Es todo. No lo soporto más– se levanta y comienza a dar vueltas.

–Todavía no se actualiza la página. Dale ¡Apúrate!– entre dientes sacudo un poco la pantalla del aparato.

De repente un cartel de "cargando..." aparece asustandome.

–¡Ya está!

Con rapidez busco en la lista su apellido.

–¿Y bien? Di algo Martina– exige Robert.

–Dios mío...– tapo mi boca, lo miro, está esperando que hable. Después de unos segundos grito a los cuatro vientos –¡APROBASTE! ¡YA ESTÁS DENTRO!

Me paro del lugar y salto a sus brazos. Él me levanta haciéndome girar.

–Te felicito– dicho eso lo beso con amor.

El orgullo que siento en este momento es enorme.

–Ya sos universitario.

–Así es...– juega con su cabello. Su sonrisa se ensancha –Gracias a ti podré cumplir mi sueño de adolescente.

–Aw– lo abrazo de cintura –Solo necesitabas un empujón. Los conocimientos y las ganas de ser arquitecto ya las tenías vos.

Es extraño pensar que tardó tanto tiempo en darse cuenta que el mundo de la publicidad jamás nació de su corazón, sino de las ideas inculcadas de su papá.
Al caer en banca rota y vender la empresa a Salma se deshizo de la venda en los ojos, cayendo en la cruda realidad de empezar nuevamente desde cero. Pero esta vez no estaría solo.

Por mí parte descarté la idea de convertirme en modelo a tiempo completo como lo sigue siendo mi querida mejor amiga.
Estar alejada del caos de los medios fue mi idea inicial, por lo que continué el camino junto a Dennis en el mundo del Marketing; Ahora ambas trabajamos en una pequeña empresa que recién tiene sus inicios pero estamos felices con el progreso que tenemos día a día. Además ya no tenemos que tolerar a un malhumurado jefe como el que tuvimos en el paso.

"Que curioso, ahora duermo con él."

De ser secretarias pasamos a ser jefas. O bueno, algo por el estilo. Yo me encargo del área de Desarrollo de los productos (en el cuál se fijan los precios, la inmersión de cada cosa y la mano de obra), mientras que la rubia se encarga de toda la acción punlicitaría (promoción, imagen, relaciones públicas, etc). El equipo solo tiene 30 personas a cargo en total. Pero estamos cómodas gracias a la ayuda que recibimos del dinero que inviertieron Úrsula y Robert al vender su compañía.

Dicho sea de paso, Úrsula se quedó en Argentina junto con Daniel y ahora esperan a su primer hijo ¿El negocio de él? Va de viento en popa. Y en cuanto a la relación que tiene con Robert ahora es amistosa, aunque los comentarios competititvos aún perduran.

–Esto hay que celebrarlo ¿Vamos a cenar?– propone a lo que asiento.

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Dándole un sorbo a mi copa de vino deshago el silencio que habíamos estado teniendo para disfrutar la riquísima cena.

–¿Lo extrañas? A los viajes, juntas corporativas, tener el poder...El respeto de tantos empleados–
Lo dije rápido y sin anestesia, pero la duda la tenía desde hacía días.

–Ni un solo segundo.

–¿Es posta? ¿Ni un poquito? Que no te de miedo decirme, no me enojaría. Al contrario, lo entendería...Estuviste muchos años en esa empresa y todo se empezó a derrumbar cuando empezamos nuestra relación.

–Eso fue casualidad– interrumpe –La compañía estaba destinada a fracasar de todas formas– mientras habla, aleja su mano del plato y la lleva hasta mí –Antes tenía poder y mucho dinero...Pero ahora tengo a alguien que supera todo eso– lleva mi mano hasta su boca para dejar un beso en ella –Además tú eres mejor jefa que yo. Estoy orgulloso.

Muerdo mi labio aguantando las ganas de tirarme sobre él y besarlo sin importar que estamos cenando en un restaurante lleno de gente.

–Robert si sigues así de tierno me vas a volver loca– susurro sintiendo cómo mis mejillas se acaloran.

–Señorita Stoessel, usted me volvió loco desde aquel día que entró a mi oficina con aquella horrible falda floreada.

–Tarado– me río y le propino un codazo en su costado –Me sigues tratando con formalidades hasta el día de hoy.

–Me encanta llamarte así. Suena a chica sexy e inocente a la vez, como tú.

Río por lo bajo. De repente su cuerpo se endereza en la silla con el típico aire de jefe que dirá un discurso importante.

–Aunque si quieres puedo cambiar el apodo.

–¿Cuál?

Su mano se aleja de mi cintura y va hacia su pantalón, más precisamente el bolsillo. De ahí saca una cajita de color azul oscuro.
El corazón me da un vuelco en el momento en que la abre.

–Señora Pattinson suena mejor ¿Qué te parece?

En estado de shock me permite quedarme inmóvil. Intento responder un poderoso "SÍ" pero la lengua no se mueve. Solo observo como él se levanta de la silla y se arrodilla ante mí llamando la atención de las personas alrededor. Algunos suspiros se escuchan de fondo.

–Si no aceptas te despediré Martina– insinúa levantando una ceja –Y en casa verás de lo que soy capaz.

El comentario me saca del trance. Suelto una risa estruendosa y asiento eufórica.

–¡Sí sí, acepto!

La gente aplaude, seguramente sin haber entendido mucho de nuestras palabras en español pero aún así nuestra felicidad parecía contagiarlos. 
Luego de la cena tomamos un taxi. En el camino no nos separamos ni un solo segundo. Al llegar ambos caemos en la cama.

–Robert.

–¿Sí?– besa mi hombro.

–Este anillo se ve muy caro– digo mirando el preciado objeto en mi dedo anular.

–Eso no importa. Solo lo mejor para mi mujer.

Quiero chillar de emoción ante esas palabras, sin embargo, lo disimulo. Me mantengo seria al mismo tiempo que él me quita mi ropa.

–Aunque haya aceptado la propuesta quiero que cumplas tu amenaza.

–No puedo despedirte si ya no eres mi secretaria amor mío.

Sonrío maliciosa a la vez que me alejo para que me vea de frente.

–No hablo de esa...De la otra. Demuéstrame de qué es capaz usted señor Pattinson.

Mi jefe en el pasado, mi novio en el presente, y mi esposo en el futuro sonríe para después abalanzarse sobre mí.

¿Quién habría imaginado que la secretaria dulce y amigable se convertiría en una ninfómana mientras que el jefe amargado y egoísta en realidad era un romántico empedernido?

¿Quién habría imaginado que la secretaria dulce y amigable se convertiría en una ninfómana mientras que el jefe amargado y egoísta en realidad era un romántico empedernido?

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Señorita StoesselDonde viven las historias. Descúbrelo ahora