−Mi nombre es Martina Stoessel, pero me puede decir Tini, señor− sonrío tendiéndole la mano.
−Señorita Stoessel, bienvenida− dice con desgana sin apartar su mirada de la computadora.
Confundida bajo mi mano.
−Espero que no vuelva a venir con esa rid...
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Pov Tini 🌷
–Señor Pattinson– golpeo su puerta con impaciencia –Por favor abra, es urgente.
Estaba a punto de golpear nuevamente cuando la puerta es abierta, mostrando así a mi jefe con tan solo un pantalón negro de vestir y colocándose una camisa del mismo color.
–Pe-perdón, no es tan urgente...mejor vuelvo más tarde– me doy media vuelta e intento borrar de mi cabeza la imagen de su torso desnudo.
–Señorita ya que está aquí quiero buenas noticias. Pase.
Incómoda me giro hacia un cuadro y finjo examinarlo con atención.
–Su hermana me llamó, dijo que no contestaba sus llamadas...
–Estaba tomándome un baño– interrumpe con obviedad –¿Qué es tan importante como para que ella se lo tome enserio?
–Es que...– aclaro mi garganta y empiezo a caminar por la habitación.
Ante su mirada agarro el florero que hay en el mueble junto a él y lo coloco sobre el centro de la cama.
–...Le avisaron a ella que los accionistas que veríamos hoy para cerrar el trato escogieron a otro socio, y están reunidos con él en este momento– cada palabra la dije con lentitud y miedo a su reacción.
–¿Quién?– pregunta a mi lado.
Dudando me quedo en silencio, comienzo a jugar con mis manos hasta que decido hacerle frente.
–Daniel Tremblay.
Su expresión de seriedad se transformó en una de rabia, hablando por lo bajo se gira y despeina su cabello mojado. Si no estuviera acostumbrada a su carácter, me habría asustado en el momento que camina con rapidez hacia el baño y desaparece dando un portazo.
Sin saber qué hacer en esta clase de momentos me siento en la esquina de la cama.
–Daniel Tremblay.
–¿Quién es y por qué me suena el nombre?– pienso en vos alta.
–Es un novato en el negocio, pero está arrasando en el país y por eso es básicamente el archienemigo de Robert. Él lo odia, pero el sujeto es lindo y amable– ríe –El problema es, que si perdemos este trato vamos a perder mucho dinero y no queremos eso. Así que por favor ¡Hagan algo!
–Sí señorita Úrsula.
–Si resuelven esto podrás tutearme y tomar el té conmigo. Mientras tanto, cuando le digas esto a tu jefecito por favor aleja todo lo que sea de vidrio de su alcance. Gracias y adiós.
La llamada más extraña y precisa que he tenido en mi vida fue con ella, pero agradezco que sea más...tratable que su hermano. Coloco el florero vacío donde estaba y espero unos segundos más hasta que él se digna a salir, peinado y con los puños cerrados.
