•Capítulo 31•

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Pov Omnisciente

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Pov Omnisciente.

Robert se sentía aliviado de volver a verla con el pensamiento de ser liberado, Tyler disfrutaba de la presencia de Tini con la esperanza de que había ido a verlo ante la preocupación de ser golpeado. Pero, ninguno de los dos estaba en lo correcto.

–¿En qué estaban pensando? ¡¿Eh?!– con sus manos en la cintura y su tacón golpeando el suelo con frenesí daba la impresión de una madre regañando a sus hijos.

–Tini...

–Tyler– lo mira furiosa –No quiero excusas. Estaba al tanto de la bronca que se tenían ustedes dos pero esto es pasarse de la raya ¡Son adultos! Actuaron como dos adolescentes.

–Admitiré que sí...El enojo me sobrepasó– acepta Robert mientras peina su cabello.

–¡Lo noté!– se acerca a los barrotes decepcionada –De Tyler me lo esperaba, de vos no Robert.

Era la primera vez que usaba un tono tan duro al tutearlo.

El nombrado resopla molesto mientras que el magnate mira hacia otro lado.

–No sé que te pasó por la cabeza cuando creíste que era buena idea atacarlo. Con esto siento que no te conozco tanto como pensaba.

–No digas eso– intenta tomar su mano como disculpa.

No se arrepentía de haber peleado, sino de saber que por esa acción ahora su hermosa novia estaba desconfiando.

–No– se aleja.

–Regáñanos después, por favor ahora solo sácanos de acá– rezonga el ex.

–Primera vez que estoy de acuerdo con el patán– señala el novio.

–Justamente vine a hablarles de eso– sonríe la joven –Para que se arrepientan como Dios manda se quedarán toda la noche en esas celdas, y espero que mañana estén amigados o les juro que pediré que los dejen más tiempo.

Ambos hombres la miran sorprendida, nunca se comportaba de esa manera. 

Cuando Úrsula le informó de lo sucedido esa misma tarde, Martina sintió miedo y decepción. Para ella no era un simple pleito sino más bien una grieta entre dos personas que apreciaba mucho (más allá de las cosas malas que había vivido con los dos).

–Pe-

–Convencí a tu papá para que no pagara la fianza esta noche– mira a Tyler y luego a Robert –Lo mismo hice con Úrsula. Así que...Tengan buenas noches.

–No no hagas eso Tini ¡No te vayas!

–Stoessel.

Estaba por dar media vuelta para irse por donde vino pero al escuchar su apellido se acercó al jefe, que ahora le regalaba una de sus miradas de advertencia.

–¿Si señor?– le sigue el juego, disfrutando verlos desesperados.

–Quiero que me liberes ahora. Es una orden.

Señorita StoesselDonde viven las historias. Descúbrelo ahora