•Capítulo 21•

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Pov Tini 🌷

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Pov Tini 🌷

"No fue buena idea ir. No fue buena idea ir. No fue buena idea ir" me reprocho molesta.

Tyler, el clima, y mi estúpida bondad se unieron hoy para arruinar el bello día que estaba teniendo. Lo peor que es yo misma busqué eso, por ende no puedo golpear a alguien para liberar la ira que tengo dentro.
Me tapo el rostro agotada de tantas emociones en tan solo un par de horas.

Entre el sonido de la lluvia, las personas corriendo de acá para allá para conseguir un taxi y los autos pasando—levantando agua de la calle— de repente oigo a un vehículo estacionarse frente a la estación del transporte público donde estoy.

–¡Señorita! ¡Entre!– dice el chófer del elegante BMW. Sin dudar me levanto y aferrándome a mi bolso corro hacia él y entro.

–Hola muchas gracias– sonrío aliviada. No tuve que esperar tanto tiempo.

Valió la pena dejar mi orgullo de lado para llamar al Señor Pattinson, sabía que ir al departamento de Anny no era una opción en este momento.

–Soy Martina un gusto– me presento un poco incómoda en el asiento. Este auto es tan lujoso que me da pena mojarlo.

–El gusto es mío, me han hablado mucho de usted– frunzo el ceño ante su comentario –Soy Frank. Estoy a su servicio.

–Que amable no hace falta...Ya está haciendo mucho por mí– miro por la ventanilla el oscuro paisaje porteño.

La mañana había empezado tan soleada y feliz...pero la tarde fue un desastre. Los últimos acontecimientos vienen a mi mente haciendo que la frustración vuelva.

El resto del camino el chofer y yo no intercambiamos más palabras por lo que el aburrimiento me gana, así que aprovecho que los vidrios están empañados y dibujo con mi dedo índice una letra M junto con un corazón, de manera distraída y casi inconsciente.

–Hemos llegado.

Estaba a punto de abrir la puerta trasera, cuando el hombre me detuvo haciéndolo él mismo, bajó con un paraguas en su mano y me ayudó a bajar sin mojarme más. Agradezco el gesto, que por más inútil que sea—ya que mi ropa y pelo chorreaban agua—era muy caballero de su parte. 

La espectacular mansión me sorprende una vez, el aura oscuro y tormentoso la hace ver como una esas casas tenebrosas que salen en películas de terror o suspenso. Avanzamos por el jardín delantero embarrado sutilmente, protegido por el pasto y hierbas silvestres que ahora estaban siendo purificadas por la madre naturaleza ¿Será que también me mojé por eso? ¿Necesitaba agua bendita por los últimos pecados cometidos?

–Entre señorita, yo guardaré el choche en el garaje– me entrega el paraguas pero lo rechazo.

–Señor Frank ¿puedo tutearlo?– él asiente –Mejor quédate con el paraguas vos, tomá– lo extiendo y corro hacia la puerta de entrada, la cual justo fue abierta.

Señorita StoesselDonde viven las historias. Descúbrelo ahora