−Mi nombre es Martina Stoessel, pero me puede decir Tini, señor− sonrío tendiéndole la mano.
−Señorita Stoessel, bienvenida− dice con desgana sin apartar su mirada de la computadora.
Confundida bajo mi mano.
−Espero que no vuelva a venir con esa rid...
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Pov Robert🥀
–Señor Pattinson, es un gusto volver a verlo– saluda cuando llegamos al inicio de la escalera del jet.
–Igualmente Carlos– asiento y subo los primeros escalones, esperando que mi secretaria me siga pero al llegar al interior de la aeronave me giro.
La castaña mira desde abajo al jet, paralizada y sin siquiera haber puesto un pie sobre él.
–Señorita, sabe que la puntualidad es algo muy importante en este trabajo. Por lo que le agradecería que se apresurara.
Ella sale de su trance y tragando grueso asiente de acuerdo.
Ingreso, le entrego mi valija a Margarita, la hermana del piloto y fiel azafata de hace algunos años, y me acomodo en mi asiento.
–Disculpe– aparece Stoessel en mi campo de visión –¿Dónde queda el baño?– le pregunta con nerviosismo.
–Es aquella puerta, en el fondo– señala sonriente la joven.
Martina deja su valija y corre hacia el lugar indicado.
–¿Nueva volando?– inquiere con gracia Aisha.
Asiento abriendo mi maletín.
Un momento después empiezo a escuchar murmullos y ruidos raros provenientes del baño, intento ignorarlos pero mi concentración se ve interrumpida así que me dispongo a levantarme y caminar hacia la puerta.
–Inhala, exhala Tini. Vamos, es solo un avión...no va a estrellarse, son profesionales. El señor Pattinson no hubiera contratado a un novato para que lo transportara– se escucha agitada y apuesto a que se está hablando a si misma en el espejo.
Doy un par de golpes suaves con mi puño a la puerta.
–Estamos por despegar, no le recomiendo estar ahí dentro cuando ocurra.
La puerta se abre bruscamente.
–¿Por qué? ¿el baño podría desprenderse si hay alguien dentro?– pregunta agitada.
Su pecho sube y baja con desenfreno, sus manos tiemblan y un leve sonrojo se aloja en sus mejillas.
–Porque en su asiento, con el cinturón colocado, tal vez se sienta más segura– explico con simpleza.
Sin que lo pueda prevenir se aproxima tomándome del cuello del saco, acercando su rostro al mío.
–¿Me promete que no moriremos?
Mi inesperada risa hace que se aleje.
–¿Sarcasmo y risa en un mismo día? Sip, definitivamente hoy moriremos– camina con rapidez hacia el primer asiento que ve con cinturón.
Con mi sonrisa burlona me acomodo frente a ella.
–¿Sabe? es...muy irónico– ríe nerviosa –Mi hermano es piloto y yo le tengo miedo a los aviones...
