−Mi nombre es Martina Stoessel, pero me puede decir Tini, señor− sonrío tendiéndole la mano.
−Señorita Stoessel, bienvenida− dice con desgana sin apartar su mirada de la computadora.
Confundida bajo mi mano.
−Espero que no vuelva a venir con esa rid...
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Pov Tini🌷
–We want two Capuchinos please- (Queremos dos Capuchinos por favor) le dice a la sonriente mesera.
Ella anota el pedido en su libreta y se aleja de nuestra mesa.
–Entonces...- rasco mi cuello con nerviosismo –¿De qué querías hablar conmigo?
–Me gustaría ponerme al tanto de todo lo que pasó en tu vida desde que dejaste la Uni- sonríe acomodándose en la silla.
Dejo caer mis hombros, los cuales estaban tiesos al estar con la espalda recta, y me tomo el atrevimiento de suspirar con desgana.
–Pensé que hablaríamos de trabajo.
–También llegaremos a eso– deja escapar una pequeña risa –Ahora dime ¿estás soltera?
–No has cambiando nada– comento rodando los ojos con gracia –No, tengo novio.
–Lo mencionas con un tono extraño.
–Es algo...complicado– sonrío con amargura.
–No importa cual simple seas tú, siempre te rodearán nuevos retos– dice justo cuando la camarera trae nuestros Capuchinos –Thank you so much– (Muchas Gracias)
–There is no reason, if you want something else call me– (No hay motivo, si quieren algo más llámenme)– dicho esto la joven se va para seguir atendiendo a las demás mesas.
Sin esperar un solo segundo más soplo el contenido de mi taza y bebo un pequeño sorbo.
–Siento que lo mejor será cambiar de tema– peina su cabello sin despegar la mirada de mí –Yo estoy soltero ¿sabes? Hace mucho tiempo no siento algo más que atracción por una muchacha.
Levanto mis cejas sorprendida, intentando ignorar la indirecta.
–A veces lo mejor es concentrarse en el trabajo y ya– acuno con mis manos la pequeña taza de porcelana fina, dejando que esta caliente la yema de mis dedos.
–Está bien, está bien. Hablemos de eso entonces– suspira –Sí que es difícil hacerte hablar de tu vida privada...
–Soy un como libro abierto, Daniel. Solo que hoy...no tengo ánimos de mostrarte algunas páginas de él.
Asiente al fin entendiendo mi punto y en silencio bebe de su café, esperando a su vez que continúe hablando.
–Cuando terminé la carrera de administración busqué trabajo para poder irme a vivir sola. Conseguí uno como camarera en el café de mi tío, me mantuve ahí hasta que logré independizarme y alquilar un departamento.
Evito mencionar a Tyler en ese plan.
–Después una anciana del inquilinato me ofreció ayudarla en la biblioteca pública, renuncié en donde estaba con mi tío avergonzada de aún depender de alguien de mi familia y pues un día mi mejor amiga me dijo que en una de las empresas de publicidad en la que ella se había postulado como modelo estaban buscando una nueva secretaria. Entregué mi curriculum, me llamaron, estuve una semana de prueba y heme aquí.
