Señorita Stoessel

•Capítulo 30•

Pov Tini 🌷

–Señor, por favor escúcheme. Le juro que no se arrepentirá– maquino todos los argumentos que me quedan –Mire sería injusto que después de tantos años asociados con nuestra empresa no nos de una oportunidad ahora. Que ya haya visto el proyecto de New Performance no quiere decir que ese sea mejor que Pattinson Quality.

Dennis sube los pulgares dándome ánimos.

–Está bien señorita. Lo deliberaré mejor con Robert, sin necesidad de intermediarios.

Ruedo los ojos. Otra vez menospreciándome.

–Estaremos en contacto, por lo pronto terminen lo que deben hacer o perderán nuestro apoyo.

–Si señor. Entiendo, tenga buena...– la llamada es colgada –...tarde.

–¡Que odiosos son esos viejos!– chilla la rubia golpeando su agenda contra el escritorio.

–Dímelo a mí.

Cansada me deslizo por la pared hasta quedar sentada en el suelo. La comodidad de los asientos de felpa hoy se desintegró.

–¿No te parece raro que el jefe aún no haya vuelto?– con el ceño fruncido mira su reloj.

–Tal vez se quedó mucho rato reflexionando sobre todo lo que experimentó con él. Es lo que le recomendé para seguir adelante.

–Tienes razón. Desde que llegaste aquí es como si fueras su jefa ¡Te hace caso en todo!

–No creo que sea tan así– río.

Pov Robert 🥀

–Robert cálmate querido.

Aprieto la mandíbula para no decir algo indebido.
Agregando al hecho de que en este momento tengo demasiada ira corriendo por mis venas, las dos mujeres que caminan apresuradas detrás mío no paran de parlotear

¿Así quieren que me calme? Lo que hacen es alterarme más.

–Señor ¿Llamo a la policía? ¿Solicito algunos guardaespaldas?

–No.

Quiero hacer esto solo.

–¿Cómo supo dónde trabaja ese muchacho?– curiosea la mayor.

–Seguramente Tini le contó. Tiene la tendencia de contar todos los detalles de algo si le preguntas– responde mi media hermana.

Recuerdo las palabras escritas en la nota una y otra vez. Aprieto el papel en mi puño con rabia.

–Hermano.

Paro bruscamente el paso harto de su insistencia. Ellas casi chocan con mi espalda, pero justo a tiempo dan un paso hacia atrás.

–No te veía así de furioso desde hace mucho– admite Úrsula.

–¿Segura? Ese parece ser su carácter todo el tiempo.