Capítulo 52

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Jack

Derek y Julio acababan de contarme lo ocurrido durante este tiempo que no nos hemos visto, cuando la puerta es abierta sobtadamente por mi prima y, si no voy errado, Eli la nueva integrante en el grupo.

— Querido hermano, ¿ sabes lo que sucede cuando te metes con la persona equivocada ? - Pregunta esta última con una sonrisa sínica mirando fijamente a Julio - Pues que despiertas a los demonios y, ahora mismo, los míos no podrían estar más despiertos. Empieza a formular tus últimas palabras hermano porque me asegurare que te arrepientas hasta el último segundo de tu vida de haber siquiera intentado tocar un solo pelo a MI MATE. - Mantiene una sonrisa psicópata en todo momento. - Hermanita, ahora.

Antes de que siquiera uno de nosotros pueda mover siquiera un solo musculo Ayla crea una especie de muro donde inmoviliza a su hermano y, a Derek y a mi nos aprisiona dentro de una jaula de pinchos, uno de los cuales apunta directamente a nuestra garganta sin llegar a lastimarnos haciéndonos la tarea imposible de poder hacer el más mínimo movimiento sin salir heridos.

— No os lo tomeis a mal. A vosotros no os tengo nada en contra pero mi hermano... eso ya es otra historia y este es el único método que se nos ha ocurrido para que no os entrometáis en nuestros planes. - Seguidamente, deja de prestarnos atención a nosotros para fijarla en Julio. - Te arrepentirás de no haberme escuchado antes. ¿ Cuantas veces más tendré que recordarte que Eugene no es el enemigo ? Es cierto que es un vampiro pero, por favor, incluso yo estoy empezando a estar cómoda a su alrededor luego de todo lo que he pasado. ¿ Por qué no puedes darle tú también una oportunidad ? Es una molestia que cada vez que me pasa algo te le lances encima a matarlo sin dejarle dar explicaciones o el simple detalle de la duda. - La furia se escuchaba reflectida en cada una de sus palabras y daba la impresión de que quería matarlo con la mirada. 

« ¿ Qué hicieron con mi inocente prima ? Tengo que hacer algo antes de que esto vaya a peores. »

— Ayla, ¿ qué te parece si hacemos un trato ? - Ella me mira curiosa pero sin vacilar en dejarlo libre. - Te ofrezco una semana libre de entrenamiento a cambio de que lo dejes libre.

Ella parece meditarlo unos instantes. Instantes en que Eli la mira con una mezcla de furia y incredulidad. 

« Por la Diosa que funcioné. Se que odia mis entrenamientos y esto es lo único que se me ocurre para que dimite, si no funciona estamos acabados. »

— Solo aceptaré si me das tres semanas libres.- « Maldita, sabe como aprovecharse de la situación. Sin embargo, no tengo más remedio que aceptar. » 

— De acuerdo, tres semanas ni una más. - Respondo rendido. Ella sonríe satisfecha.

— Trato echo. - Afirmativa liberando a su presa. 

Suspiro aliviado de que eso haya funcionado, aunque no me siento del todo conforme con el resultado puesto que tuve que añadir días al menos he logrado mi objetivo. Derek también parece conforme con el resultado, Eli... ella ya es otro tema.

— ¡ Ayla ! ¡ No puedes traicionarme por eso ! - Replica enojada.

— Y no lo haré, tú puedes hacerle lo que quieras a nuestro hermano, no te lo impediré. Sin embargo, tendrás que hacerlo tú sola, no hay manera de que desaproveche esta oportunidad. De echo, ¿ me harías el favor de cobrarte mi parte también ? - « ¿ Pero qué rayos ? »

Eli sonríe ampliamente por la respuesta que le ha dado.

— Encantada.

— ¿ Y nuestro tarto ? ¿ No quedamos en que lo dejarías libre ?

— Sí, y eso hice pero el trato solo lo hiciste conmigo, en ningún momento mencionaste que era con las dos. - Contesta de lo más tranquila sin quitar su sonrisa del rostro.

« Joder, no pensé en eso. Ya valimos. Eugene por favor apúrate en venir »

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Hasta aquí el capítulo de hoy.

¿ Qué os ha parecido ?

¿ Creeis que Julio saldrá vivo de esto ?

Seguid leyendo para descubrirlo.

No olvideis ⭐⭐⭐

Una guardiana como LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora