Capítulo 59

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Derek POV:

El silencio era desgarrador. La culpa era palpable entre nosotros. Éramos consientes de que nos habíamos equivocado, que no habíamos sabido llevar esa situación de la mejor manera y nos habíamos dejado llevar por el enojo del momento.  Sin embargo, ahora que las cosas se habían enfriado y los sentimientos ya no estaban a flor de piel, conocíamos que no éramos los únicos culpables. Tanto nosotros como ella, teníamos la culpa de lo sucedido.

— Mamá, ¿crees que ella sea capaz de perdonarnos?

— Hijo, no estoy segura. Estaba realmente dolida cuando hable con ella, pero os sigue queriendo por encima de todo, por lo que tarde o temprano lo hará, solo dadle tiempo. Aún así, hablaré con ella para que lo entienda, ¿de acuerdo? - Julio asiente con la cabeza apenado y el silencio vuelve a reinar entre estás cuatro paredes.

— Eugene, quizás no tenga ningún derecho a pedirte esto ya que apenas no conocemos pero... ¿crees que puedas ayudarla cuando despierte? Digo, se que casi seguro lo harías, ya me habéis explicado lo que ocurrió cuando os conocisteis pero me refiero a que cuando despierte sus emociones puede que estén descontroladas y eso no nos la ayudará con lo que a controlar sus dones se refiere, y tengo entendido que a lo que a hipnosis se refiere los vampiros os las arregláis bien. - Comenta Jack. Ante la mirada asesina que le lanzamos todos en general añade. - Me refiero a que visto desde otro punto de vista, sus dones vendrían a ser como una extensión de sus cuerpo, autónoma que va ligada a su estado psicológico, si "dormimos" esa parte para ella será más sencillo. 

— Lo siento, pero no he entiendo que intentas decir. - Lo interrumpo

— ¿Recuerdas cuando la hacia entrenar hasta tarde antes de que os fuerais en busca de los demás guardianes?- Tras un gesto afirmativo de mi parte prosigue. - No lo hacia solo para fastidiarla, también era para ver si una vez ella estuviera lo suficiente cansada tanto física como mentalmente, sus dones se salían de control o era capaz de mantenerlos a ralla. Eso se debe a que estos no forman parte de ella como un lobo lo es para nosotros, sino que lo suyo va mucho más allá, si su cuerpo detecta una presencia a su alrededor y la encuentra como una amenaza, sin importar si se trata de un enemigo o un aliado, hará todo lo posible para eliminarlo con el fin de protegerla, se podría decir que tiene una especie de mente propia. Eso también puede suceder si sus sentimientos se encuentran descontrolados. ¿Recuerdas que hace un rato me contaste lo que ocurrió cuando conocisteis a Eugene? Esa vez falto poco para que eso ocurriera, pero gracias a lo que hizo él, inconscientemente, lo paro. Por eso digo que la hipnosis funcionaria para controlarlo.

— De acuerdo... c-creo.. q-que... más.... - No consigo terminar la oración antes de que mis rodillas cedan y caiga al suelo retorciéndome de dolor. Siento como el pecho se me aprieta y un sinfín de emociones se interponen unas encima de las otras tan rápido que me cuesta seguirles el paso. No obstante, tengo una cosa clara tengo que ir junto a mi Luna, ella me necesita. Así que con todas mis fuerzas me incorporo susurrando el nombre de mi Luna antes de salir corriendo hacia su encuentro. Solo espero que con eso los demás hayan tenido suficiente por entenderme porque no pienso girarme a comprobarlo, ahora solo tengo un objetivo: llegar lo antes posible junto a ella.

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Hola a todos, espero que todos os encontréis bien.

Siento la tardanza pensé que me daría tiempo a todo pero al final resulto ser que no.  Cada vez que intentaba escribir este capítulo recordaba los exámenes que tengo y apenas y podía avanzar el capítulo. Intentaré que no vuelva a pasarme de nuevo, LO JURO.

Dicho eso, espero que hayáis disfrutado de esté capítulo.

Una guardiana como LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora