Ayla
Mientras partíamos para encontrarnos con mis padres, los cuales no hicieron acto de presencia en ningún momento, las risas de Eli y mías era lo único que se escuchaba aparte de los pucheros por parte de nuestro hermano y los puntuales regaños de Jack y Derek los cuales estaban enfadados con nosotras. Según ellos, fuimos muy extremistas con lo de aprisionarlos con pinchos ya que era muy peligroso si no hubiera salido bien, pero... ¿Qué más podíamos hacer para evitar que interfirieran en nuestro plan? Además, deberían saber de sobra que no sería capaz de hacerles daño sin importar la situación en la que nos encontráramos. El echo de que llegaran tan siquiera a imaginar que era capaz de hacerlo me dolía como el mismísimo infierno. Aun así, no quería que lo notaran por lo que lo disimulaba tan bien como podía y, gracias a las aportaciones de mi hermana, la tarea se me facilitaba. Por otra parte, Eugene se mantenía al margen de la conversación observando fascinado a Eli.
— Es que tendías que haber visto vuestras caras en ese momento. Parecía que acabarais de ver un fantasma. - Repetía entre risas Eli. - Tendría que haberlo grabado, sobre todo la parte en que dije que iba a hacer guisado de lobo a la sangre. En esa parte si que estabais para hacer un cuadro.
— Ya lo que tu digas. Si tu hubieras estado en mi lugar y te hubieras visto la cara en ese momento, te juro que ni se te pasaría por la cabeza que solo se trataba de una broma. Realmente parecías capaz de cumplir tus palabras.
— ¿Ya no te enojes, quieres? Mira el lado positivo: sigues vivo. Lo que significa que, al final, te ha perdonado la vida. Deberías estar agradecido. - Interferí con un tono burlesco.
— ¿Me estas diciendo que os agradezca por casi haberme matado?
— Pues, sí. Después de todo, tú lo has dicho "casi", lo que significa que no lo hemos echo. - Contesta obvia Eli lo más seria posible antes de volver a estallar a carcajadas seguidas de las mías, las cuales no cesaron hasta llegar a al salón donde se encontraban nuestros padres.
— Ves querido, como decía: nada de que preocuparnos. Están bien todos y, de alguna manera, la casa está entera. Así que ya puedes dejar de preocuparte por como te disculparas con Derek porque nuestras hijas hayan destruido su casa. - Es lo primero que dice mama en cuando cruzamos la puerta. - Y bien, vosotras... ¿podéis explicarme el porque de tanto escandalo? - Inmediatamente Eli y yo cruzamos miradas antes de responder a la vez.
— Todo es culpa del idiota de nuestro hermano. - Ella nos mira con cara de : Sed más detallistas.
— Paso de mi como si yo no existiera... - Empiezo.
— Y se lanzo enzima de MI mate para matarlo. - Termina Eli interrumpiéndome.
— Oye, pero si no llegué a tocarlo al final. - Replica.
— Por eso sigues vivo, genio ¿O acaso piensas que te dejaría vivo de lo contrario?
— Ya, ya, calma. Y decidme, ¿quién es el afortunado? Quiero conocer a mi otro yerno.
— Eugene. - Contesta Eli, sonriéndole al mencionado, enamorada.
— Hazle daño y te castro. - Interviene papa. Ante su amenaza Eugene traga duro mientras todos los demás, excluyéndome, ríen por lo bajo. Mamá al darse cuenta dice.
— Bien, ahora me llevo a mi princesa por un rato. Con su permiso, nos vemos más tarde.
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Aquí termina el capítulo.
¿Qué os ha parecido?
¿Qué creéis que pasará de ahora en adelante?
¿Julio habrá aprendido la lección o seguirá cayendo a sus impulsos de hermano sobreprotector?
¿Cuál creéis que será la relación entre Julio y Eli?
¿Qué creéis que será el último miembro guardián?
Si quieres saberlo, sigue leyendo.
Nos leemos en el próximo capítulo😘😘
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Una guardiana como Luna
WerewolfAyla tiene 15 años, ha vivido engañada durante los últimos 10 años. No recuerda nada tras esos diez años, hasta que un día de verano tras un incidente que pone en riesgo su vida, todos sus recuerdos regresan haciendo que la realidad que ella conocí...