35. La heroína que cabalgaba un dargón

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La tarde que siguió a aquel amanecer donde Marinette empezó a darse cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia Luka, se dio una pequeña reunión furtiva en uno de los salones del castillo de la Luna.

El nuevo rey, su madre y sus dos guardias de confianza entraron poco después de que los demás involucrados lo hicieran.

Tom se había sacado la capucha, cosa que a Kim aún continuaba causándole un poco de incomodidad, pero Marinette se sentó junto al hombretón y entrelazó su menuda mano entre la enorme manaza de su padre. El hombre le devolvió el gesto con delicadeza, estaba demasiado feliz de haberse reconciliado con su adorada hija.

Anarka paseó su vista por todos los presentes, obviamente reparando más en aquella cercanía entre Marinette y Tom.

— ¿Qué significa esto?

—Creo que tenemos muchas cosas que explicarle, reina. —se apresuró Tikki. Ella siempre era la primera en tomar la palabra, porque era bastante ágil con ellas y por lo visto se había ganado la admiración de todos con rapidez. Por desgracia, Anarka no era tan indulgente como su hijo, así que Tikki tuvo que hacer frente a la dura mirada de la reina.

—Madre, por favor, toma asiento. Escucha lo que tenemos para decirte.

Ella repitió el gesto severo, pero obedeció.

—Lo primero es que debemos disculparnos con usted, su Alteza—dijo Tom—. Aquella vez le mentí, pero fue por una buena causa. Mi verdadera hija no es Tikki, sino Marinette... y mi verdadero nombre es Tom Dupain. Sin embargo hace mucho tiempo, tanto Marinette como yo llevábamos el apellido de la familia de su madre, aunque por desgracia tuvimos que renunciar a él.

— ¿Por qué adoptaría el hombre el apellido de su mujer? —Quiso saber Anarka. Aquello le pareció demasiado irrisorio.

—No somos de este reino, en nuestro país de origen, sin importar qué, luego del matrimonio se adopta el nombre de la familia más prominente, o que se acerque más a la nobleza.

— ¿Qué no sois de este reino? ¿A qué se refiere? exijo que me explique con claridad.

Tom le hizo una seña a su hija y esta obedeció. Los dos se levantaron, por supuesto que la mirada de la reina también tuvo que desviarse hacha arriba, puesto que aun estando en el asiento más elevado del salón, Tom se distinguía por su prominente tamaño.

—Creo que es momento de realizar una presentación más oportuna, madre. —Señaló Luka, haciendo de heraldo—: Le presento al duque Tom Dupain, y su hija Marinette Dupain. O... mejor dicho, el príncipe Tom y la princesa Marinette, de la antigua dinastía Cheng del reino de la Estrella.

Al ser presentados, Tom y Marinette hicieron una reverencia. Anarka estuvo tan asombrada que no pudo evitar perder la compostura y dejó que su boca se abriera toscamente en una enorme O.

—Es lo que estamos tratando de explicarte. —Le dijo Luka, y luego señaló a Tikki y Plagg—. Ellos dos también son parte de la familia real del reino de la Nube.

— ¿Y cómo llegaron todos ustedes a mi castillo? ¡Ni si quiera sabía que había sobrevivientes de la familia real de la dinastía Cheng!

—Sí, y nadie debe saberlo. —Volvió a decirle Tom—. Hemos decidido confiarle nuestra identidad con el fin de valorar la situación en la que estamos. Según supe, lo ocurrido en el Camino Real fue culpa de soldados de nuestro reino. Eso quiere decir que los temores que he albergado todos estos años de anonimato y furtividad se podrían ver cumplidos bastante pronto.

— ¿Cómo es que todo el reino desapareció en una noche? ¿Fue acaso obra de alguna catástrofe natural? En los dos reinos se dijo que se trató de una maldición.

Los Reinos Celestiales (Miraculous)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora