HOPE

Capítulo 34: Por error

Clarie's POV.

Segunda clase del día. La que comparto con Caroline y donde sus amigos no están para defenderla.

Alex aguardaba por mí fuera del aula.

—¿Ya está ahí? -pregunté.

—Sí, acaba de entrar.

Acomodé mi bolso dorado en el hombro y me dispuse a iniciar nuestro plan.

Caroline sacaba sus apuntes de la mochila y los colocaba ordenadamente en su mesita, parecía inmersa en algún pensamiento. Buen momento para agarrarla desprevenida.

—¡Hey, Caroline! -dije en cuanto llegué frente a ella.

Levantó el rostro y me miró confundida, pero sonrió. Débilmente.

—Hola, Clarie.

—¿Puedo sentarme junto a ti? -pregunté al mismo tiempo que acomodaba mi bolso a lado de ella, sin darle tiempo de negarse.

—Eh... sí, claro.

Bien. Tenía al menos ocho minutos antes de que inicie la clase, así que era un buen momento para poner en marcha el plan.

—Oí que pronto cumplirás años -comenté intentando sonar lo más entusiasmada posible.

Su rostro se tornó confuso.

—¿Cómo lo sabes?

—Estoy trabajando con el delegado de aula, poniéndome al día de los deberes -dije intentando sonar despreocupada- y me comentó sobre tu cumpleaños.

Sé que puede parecer descabellado porque estamos a nada de terminar el curso, y yo recién me estoy integrando a la escuela, pero son las ventajas de ser hija de Wilson Drung y tener mucho dinero.

—Oh, entiendo -musitó- pues sí, es en dos días.

—¡Genial!, ¿dónde será? -pregunté al mismo tiempo que enviaba un mensaje a Alex.

"Es hora."

Caroline probablemente estaba por excusarse con alguna cosa y así obviar el decirme dónde sería la fiesta, pero en ese instante, Alex ingresó buscando su rostro, ella automáticamente se escudó en mí.

Perfecto.

—¿Cómo decías? -dijo intentando evitar la mirada de Alex.

Caroline's POV.

—¿Cómo decías? -pregunté.

—¿Dónde será?

Clarie se encontraba junto a mí, mirándome expectante. ¡Rayos! Si la evito, sé que Alex vendrá a buscarme porque no deja de mirarme.

Quizá ya se enteró de Daniel, o recordó lo de mi cumpleaños.

—En mi casa -dije.

¡No puede ser, deja de mirarme!

—Bien entonces, ahí estaré a punto de las siete.

—¿Qué?

¡No! ¡Tú no debes ir, es algo privado! Díselo Carol, díselo.

—Buenos días, clase. Sacamos los libros de Álgebra pues hoy tenemos mucho trabajo que hacer.

Clarie se levantó de un brinco y se dirigió algunos asientos más atrás, volteé disimuladamente a ver a Alex pero se encontraba sacando sus apuntes.

Bien, al menos no tengo que lidiar con él. Solo con Clarie. ¿Cómo le digo que no está invitada?

Cogí el celular y tecleé un mensaje.

De: Carol.
10:26am.
"Por error invité a Clarie a mi cumpleaños."

Guardé el aparato en espera de una respuesta. La maestra Hammel seguía hablando sobre ecuaciones, un tema que ya me sé de memoria.

De: Daniel.
10:28am.
"Bonita, ando en una reunión con papá. Te llamo cuando salgas de clase, pero no creo que sea una buena idea que venga."

¡No lo es! No quiero a la ex novia de mi novio en mi fiesta de cumpleaños. No puede ser que mi día especial, en el que deseo pasarlo con las personas más cercanas a mí y quizá la última vez que Ed, Lisa, Cami y yo estemos juntos, tenga que soportarlo con Clarie rondando por ahí.

-xxx-

Las clases finalizaron por ese día y Daniel me llamó mientras caminaba a casa.

—¡Gatito! -dijo al instante que atendí el teléfono.

—Hola, novio de gatito.

Sonreí y pude imaginarlo haciendo lo mismo.

—Y a mucha honra, eh -musitó.

—Lo sé, pero no me desvíes del tema... ¡Tenemos un problema!

Se quedó en silencio por un momento. Y finalmente habló.

—Realmente lamento hacerte pasar por esto, mi amor -comentó- sé que el tema de las ex novias te ha traído malos momentos en estos últimos meses y ahora es la mía la que te hace estar en esta situación.

Suspiré, tan profundo que sentí liberar una carga de mis pulmones.

—Créeme que confío plenamente en que esta vez no será igual, amor.

—De verdad que no, gatito. Lo prometo.

Volví a sonreír tontamente, sabía que mi amor imposible por Alex había durado buen tiempo en la secundaria, y aún así, lo que Daniel me hacía sentir era muchísimo más intenso que mi platónico romance adolescente. Lo quería, me sentía segura.

—¿Qué haremos con Clarie?

Daniel pareció pensar porque guardó silencio en la línea por algunos escasos segundos.

—Yo no creo que sea buena idea que ella esté ahí.

—¿Y qué puedo decirle?, ella ya sabe dónde será la fiesta.

Estaba llegando al final de la calle, volteando a la cuadra donde quedaba mi casa mientras hablaba. Cuánto quisiera que él estuviera aquí conmigo.

—¡Cambiemos la locación!

—¡No! -dije alarmada- mis abuelos quizá vendrán a saludarme y no quisiera que con su avanzada edad tengan que viajar más, necesitan la comodidad de nuestra casa.

—Entiendo.

—¿Entonces?

Abrí la puerta de casa, mamá se encontraba mirando televisión cómodamente en la sala, volteó a mirarme y sonrió al intuir con quién hablaba por celular.

Levanté la mano en señal de saludo y me dirigí a la cocina. Moría de hambre.

—No lo sé, bonita. Simplemente creo que Clarie no debe aparecer ahí.

—Veré que puedo hacer -contesté rendida- en el mejor de los casos, estará por algún rincón sin hablar con nadie.

—Te dejo, gatito -dijo Daniel apresurado- en un momento debo volver a la oficina con papá.

Asentí aunque él no podía verme.

—Nos vemos pronto, amor.

—Te quiero, hermosa.

Sonreí -otra vez-.

—Te quiero.

Volteé para servir mi almuerzo y dejar el celular en la mesa del comedor, mamá se había quedado dormida frente a la televisión; me acerqué a ella y le dije que le traería la comida a donde estaba. Ella asintió complacida.

—Estoy algo agotada -susurró.

—No te preocupes, yo te ayudo.

Mamá era como un rayo, iba de aquí para allá, muchas veces intentando no sonar cansada a pesar de que así era; por otro lado, de esta manera me olvidaba por un momento del tema Clarie. Quizás no sea tan malo, porque... ella y Daniel ya no tienen nada que ver. No hay nada que temer, Carol.

No hay nada. 

— 🦋 —