PRÓLOGO

521 101 16
                                    

Riverside, pequeño país al sur de Florida -en realidad, diminuto país al sur de Florida. Aunque la ciudad donde vivo es Trunstong, donde cohabitan seres humanos junto a climas raros y cambiantes.

Mi nombre es Caroline Anne Hope, tengo dieciséis años y cumpliré los diecisiete en pocos meses; mis características físicas: soy castaña de nacimiento, ojos color azul y estatura promedio -un metro con cincuenta y nueve centímetros- aunque todos digan que parezco un enano en la vida real.

Mis padres, dos amantes del trabajo y afanosos por darme todo lo que merezco, Andrea y Richard Hope.

Mi madre es maestra en un centro estatal dedicado a niños con habilidades diferentes y mi padre es contador en uno de los más importantes bancos de la ciudad.

¿Mis aficiones? Leer en internet y escribir algún que otro poema o artículo espontáneo.

*¿Qué más, qué más? Oh, sí. *

Gracias al cielo me cayeron de cara dos mejores amigos a los que considero mis hermanos, son: Camila Reeze, rubia y de exasperante voz y Eduardo Gómez, el mejor cantante adolescente que he conocido en mi corta vida.

Está de más escribir que curso el último año de secundaria y planeo asistir a la UDT, la prestigiosa Universidad de Trunstong.

Tengo muchas aspiraciones con respecto a este tema y con la ayuda de Dios y de mis padres sé que lo lograré. Por ahora planeo concentrarme en lo que me depara este año escolar dando lo máximo de mí y arrasando mis "pronunciadas" limitaciones en algunos aspectos.

Supongo que no hay mejor reseña de mi vida que escribir mis datos personales y algunas de mis metas.

Así que...
Eso es todo, gracias.



—¿Eso es todo, gracias? -Camila me miró confundida y negó en desaprobación.

—¿Qué pretendes que escribiera? Recordé lo de la reseña personal cinco minutos antes de entregar el ensayo.

—Sí, se nota -se burló- aunque sea aprobaste.

Bufé molesta.

—A las justas.

Un muchacho que corría por el pasillo como niña en una película de terror se acercó a nosotras.

—Buenos días, pastelitos -dijo mientras pellizcaba mis desteñidas mejillas.

—Hola -dijimos ambas al unísono y él tomó el papel rayado que llevaba impresa mi reseña.

—¿Qué rayos es esto?

—Mi tarea, ¿no ves? -sonreí quitándoselo de sus manos.

—Lo noté, pero, Carol, está horrible.

Asentí con tristeza y peiné mi cabello con las manos.

—No soy buena refiriéndome a mí misma.

—¡No puede ser! -gritó Camila mirando su celular.

Ed y yo la miramos confundidos.

—¿Qué?

—¡Me invitó a salir!

—¿Quién? -pregunté riendo.

Tener una escandalosa mejor amiga a veces resultaba divertido.

Camila se acercó a nosotros y gritó mucho más fuerte que antes:

—¡Spencer Ricce!

—¡¿Qué?!

¿Spencer?, ¿Ése Spencer Ricce?

¿El hermano mayor de Alexander Ricce?
Oh, no. Dios me ampare.
¡¡BENDITA VIDA TAN CLICHÉ!!

— 🦋 —

Nota ❤️

Holaaa, mi nombre es Antonella y espero que "Hope" sea tan entretenida de leer para ti como lo fue para mi crearla. Sin más que decir, me gustaría leerlos y conocerlos un poquito más :)

Un abrazo.

Aclaración: Riverside y todas las ciudades que se verán en esta novela son totalmente ficticias.

HOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora