Capítulo 35: Laura

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Ariana's POV.

La clase de fotografía del día resultó ser sorpresivamente aburrida, mi mente daba vueltas en Alex.

Alex.

Alex.

¿Qué es lo que somos ahora?, pienso en sus ojos, su sonrisa y lo mucho que extraño pasar tiempo con él, su complemento, el que me hacía sentir segura y ser yo misma.

Le he llamado innumerables veces desde la última vez que hablamos de verdad, cuando decidió que se quedaría con la estirada de Caroline Hope. Caroline Hope... ni siquiera tiene gracia, es una niña que según lo que vi en sus redes sociales carece de todo, empezando por originalidad y autoestima. No es más que una arrimada que piensa que todo el mundo gira a su alrededor, y se siente tan importante que hace sufrir a mi pobre y dulce Alex a costa de su amor.

El único amor que realmente vale la pena es el que yo le doy.

—Ariana, ¿vendrás a almorzar?

Laura, una muchacha de mi clase con quien últimamente estuve pasando los almuerzos en la escuela me mira expectante. Mi cabeza ronda en Alex. Alex y Caroline. Alex y Ariana. Sí, Alex y Ariana.

—¡Ari!

—¡¿Qué te pasa?! -grité- ¡Haces perder mis pensamientos con Alex!

Ella me mira asustada. Unos cuantos alumnos se detienen a observarme. ¿Acaso no tienen nada que hacer?

—Lo siento, Ari. Solo quería saber...

—¡Qué no, tonta!

Me giro en dirección opuesta, es que hay gente que enserio se predispone a malograrle el día a los demás. Pero antes...

—¡Lárguense, ya!

Todos corren despavoridos, ¡listo! Al fin sola.

Me dirijo a la salida, necesito algo de aire fresco para intentar nuevamente llamar a mi novio.

Encuentro un lugar perfecto, bajo la sombra de un gran árbol que parece una mujer parada, lo es. ¿Cierto?

Uno, dos, tres bips.

—¿Diga?

Tuve que cambiar el chip de mi antiguo celular para poder llamarle. Todo es por amor.

—¡Mi amor!

—Oh, Dios.

Oigo un suspiro al otro lado de la línea. ¿La está pasando mal?

—Cariño, soy yo, Ariana. ¿Te encuentras bien?

Silencio.

—¿Cariño?

Nuevamente silencio. ¿Qué pasa?

—¡Alex, contesta!

Él suspira sonoramente. De seguro que nuevamente estuvo persiguiéndola, lo tiene agobiado.

—Escúchame Ari.

—Te escucho, bebé.

—No me llames así.

Hago un puchero, mientras veo a Laura caminar en mi dirección.

Le hago señas, ahora no. Ella se detiene en seco, pero aguarda pacientemente. ¿No tendrá nada que hacer?

—Eres mi bebé, Alex. Te amo.

—Ariana, nosotros terminamos. Sé que fui duro contigo -contesta- pero necesitas entender que estoy enamorado de alguien más.

—¡No!

—Sí, Ari, entiende.

—¡No, no, no, no y no!

Laura corre hacia mí, me abraza y sollozo en su cuello. Él no puede estar haciéndome esto.

—¿Ari?

—Yo te amo, Alex. Ella jamás podrá darte el amor que yo te di.

Siento que el corazón me late muy rápido, como si fuera a explotar. Mi amiga, a la que traté tan mal, sigue a mi lado consolandome. Quisiera sentirme mejor, dejar de amar a Alex pero no puedo. Una parte de mi no puede dejarlo ir, no puedo.

—Ariana, voy a colgar.

—¿Por qué? -intento sonar cariñosa.

—Pues, porque tengo algunas cosas que hacer y tú necesitas descansar. ¿OK? Cuidate.

Intenté hablar, pero él colgó abruptamente.

Sentía que mi corazón se rompía a mil pedazos y mi cuerpo se debilitaba de solo pensar en el dolor que hay en él. Pero sé que pasará. Lo sé. Lo sé.

—Sí esa tal Carol no hubiera aparecido, todo sería más sencillo para ti, Ari.

Laura tenía razón. Asentí, toda mi ira se irradiaba a mis manos, necesitaba golpear algo. Ella me miró y me alcanzó su mochila.

—Aquí, libérate.

Grité. Maldecí. Golpeé.

Un muchacho pasó delante de nosotras y caminó a paso ligero. Quizá nunca había visto una chica hecha furia por un corazón roto, quizá porque es parte de ese grupo, el que te dice que te amará por siempre y luego te rompe en mil pedazos, te deja indefensa, sola, tirada.

Volteé a verla.

—Gracias por estar aquí. A pesar de todo.

Ella sonrió y me abrazó. ¡Qué bueno que la encontré! Así haya sido en estos últimos días.

—Siempre -dijo- Ahora, ¿qué haremos para recuperar a Alex?

Mi mente recordó los buenos momentos que pasé con él y decidí que debía hacer algo, Laura tiene razón. Todo era mejor sin ella. Necesito que Alex lo sepa nuevamente, que lo recuerde.

Que recuerde nuestro perfecto mundo. 



— 🦋 —

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