Capítulo 25: Recuerdos de Allyssa

68 29 0
                                    

"—¿Eres de las personas que confían a ciegas?

Probablemente sí, me respondí interiormente. Aunque, claro, no se lo diría de manera abierta.

—Yo creo que no.

—¿Crees?

Acomodé mi cabello incómodo en una coleta. Volteé a mirarlo y me topé con sus gigantes y redondos ojos miel.

—Sí.

Tomás se puso de pie y caminó en círculos hacia la chimenea. Frotó sus manos frente al fuego y suspiró exageradamente.

—Hace más frío a cada minuto.

Lo imité y me senté también frente a la enorme llama ardiente. Su calor me envolvió al instante.

—¿Algún día terminará?

—¿Qué cosa?

—El último reto —tragué saliva— sigo creyendo que es sólo un mal sueño.

La mirada de Tomás se centró en la chimenea. Parecía perdida, como si... escondiera algo, o a alguien.

—Hace dos años —comenzó a relatar— Naiara y yo tuvimos nuestro primer campamento. Había cumplido diecisiete y Nai cumpliría dieciocho en dos meses, así que vinimos.

—¿Quién los convocó? —pregunté interesada. Él apoyó sus manos sobre las rodillas tomando una postura cómoda y prosiguió.

—Allyssa, nuestra hermana mayor. Ella tenía veinte y era mentora de nuevos campistas.

Probablemente intuyó que Nai y yo teníamos mucho potencial para los retos, así que aceptamos venir; pero al llegar, fuimos distribuidos en distintos escuadrones.

—Los hermanos siempre están en el mismo escuadrón. Es el reglamento.

—Lo sé —se frotó el rostro— pero dijeron que como éramos tres, debíamos separarnos. Nai fue a un escuadrón legendario y Allyssa se convirtió en la mentora de mi escuadrón. Todo iba bien, teníamos a Ally como líder máxima y no hacíamos más que ganar cada reto.

—¿Qué pasó? —pregunté cuando noté que sus ojos se cristalizaron en lágrimas.

Su voz se volvió gangosa pero no perdía lo de rasposa y profunda.

—El día final, nos reunieron a todos los campistas en la plataforma de unión. Dieron órdenes de que los mentores permanecieran en sus cabañas y ellos obedecieron, Allyssa se quedó junto a Raúl, el mentor auxiliar y tigre transformista. Ella tenía el don de visión, pero raramente esa noche anterior no pudo dormir nada.

—¿De visión?

—Sí, —sonrió— era misteriosa y hermosa al mismo tiempo.

Sonreí también, porque probablemente pensaría algo similar cuando descubra que la chica que tiene frente a él también lleva ese don.

—¿Y qué más? —me acerqué a él.

—Ese campamento conocí a Sam, tu hermano, éramos campistas del escuadrón de mi hermana y él se volvió mi amigo en cuanto lo conocí. Allyssa amaba su carácter y el dominio que tenía de la situación, siempre se lo recalcó y fue ella quien...

—Fue ella quien lo impulsó a ser mentor, ¿verdad?

Tomás asintió cabizbajo.

—Dijo que sería un increíble mentor, incluso mejor que ella.

—¿Pasó algo la mañana final? —pregunté intentando desviar el tema de mi hermano.

—Bueno, sí —juntó sus manos— a media mañana mientras los campistas nos encontrábamos esperando la señal de inicio del último reto. Se oyó un ruido seco seguido de disparos y rugidos. No sabíamos de dónde provenía hasta que Sam encontró el origen y nos condujo hacia el lugar.

—No me digas que...

—Fue nuestra cabaña —sollozó— ella... aún respiraba. Tenía zarpazos y sangre por todo el cuerpo.

—Lo lamento, Tomás. Yo...

—Thamara, yo pude salvarla y no me dio la gana de hacerlo.

—No —lo abracé— no podías, era algo inevitable.

—Fue evitable.

—¿Por qué dices eso?

—¡Porque Ally me habló a través de pensamientos antes de ser atacada por el tigre transformista!

—¿Qué?

—Me dijo que estaba asustada —volvió a sollozar— que presentía que algo estaba mal, pero yo no le hice caso. No acudí a verla.

—Tomás, tú no sabías lo que podría pasar.

—Ella sí, y no la salvé. Nunca había salido nadie asesinado de ningún campamento anterior, pero ese año la regla se rompió y la oportunidad de asesinar se volvió necesidad en los campistas y retadores.

Mataron a Allyssa porque ella descubrió algo que podría llevar todo este lugar a la ruina. Y asesinaron a Sam porque fue su pupilo.

—Espera, ¿Sam sabía también?

—Ambos lo descubrieron. Por eso él te convocó y por eso Ally nos convocó a Nai y a mí.

—Pero, yo no sé nada.

—Ally y Sam nos dejaron indicios, Thamara, para descubrir lo que causó sus muertes. Tenemos que trabajar juntos y descifrar lo que oculta este lugar.

Me puse de pie y caminé en círculos preocupada. Sam sabía todo y no me advirtió, probablemente porque yo no sería capaz de creerle, pero pudo siquiera intentarlo.

—No quiero hacerlo.

—Thamara, asesinaron a tu hermano injustamente.

—¡Fue un lobo! —lloré— ¡No puedo creer que todo esto esté pasando!

—¡Pues está pasando! —me tomó de las manos.

—Quiero estar sola.

—Thami, sé lo que sientes. Sólo quiero que sepas que con o sin tu ayuda, vengaré la muerte de nuestros hermanos, ¿entendido?

—¡Déjame! —le arrebaté mis manos y derramé lágrimas sobre ellas.

Me duele tanto, Sam. Pero me duele más que hayas tenido secretos conmigo y que me metiste en este enredo de mentiras.

Quisiera odiarte, pero no puedo, porque te extraño tanto que mi odio se queda invisible. No sé qué hacer, Sami. No tengo idea de cómo traerte nuevamente junto a mí, la pena me agobia y me desarma entera por dentro. Sé que no volverás, y me duele aceptarlo porque no sé cómo superarlo por completo; pero, ¿sabes?, de algo si estoy segura.

No has muerto en vano.

—¿Thamara?

Extendí mi mano y apreté la suya aceptando el reto más grande de nuestras vidas.

Porque tengo dones que descubrir y misterios que descifrar, pero, sobre todo, tengo muertes que vengar.

—Cuenta conmigo."

🦋 —


Nota ❤️
Caroline escribiendo...

Volví, he tenido varios días algo complicado pero vuelvo para que sigan disfrutando de esta bella historia.

Un abrazo para todos. Cuídense mucho.

HOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora